Friday, July 31, 2009

Declaración sobre la muerte de una testigo de Jehová


En vista de la difusión que ha tenido en los medios de comunicación la noticia de la muerte de María del Carmen Ruiz Bergali de Vázquez, sus familiares (esposo, hijo y parientes próximos) deseamos hacer constar lo siguiente. Primero: no puede afirmarse de manera inequívoca que la causa de su muerte haya sido su negativa a la sangre. En su caso, la violencia del trágico accidente de tráfico mermó sus posibilidades de supervivencia.
Dar a entender que se hubiera salvado si hubiera aceptado una transfusión no es ceñirse a la realidad, pues su estado era muy crítico cuando llegó al quirófano. Después de su fallecimiento, el médico forense nos explicó que su situación, aun poniéndole sangre, era incompatible con la vida.

Segundo: es lamentable que algún medio de comunicación aproveche su muerte para hacer comentarios tendenciosos respecto de las convicciones de fe de María del Carmen Ruiz Bergali, esposa y madre, que procuró vivir una vida cristiana fiel a sus principios.

Tercero: entendemos que, así como respetaríamos la decisión de cualquier persona que, con grave riesgo de muerte, decidiera no aceptar un tratamiento de quimioterapia agresivo, o la amputación de una extremidad, porque prefiere que se respete su derecho a una muerte digna o a la integridad física, deseamos que se respete la decisión de nuestra difunta; máxime cuando fue tomada desde su profunda convicción y en aras de un derecho que la ley de nuestro país le reconoce.

Por último, y pese al triste desenlace, agradecemos a la clase médica y a las autoridades el respeto a la voluntad de María del Carmen, y el noble empeño que, dentro de las inevitables limitaciones de su estado, pusieron en ayudarla.

Juan Manuel Vázquez Marín.
Portavoz de la familia Ruiz Bergali. Sevilla
RD

1 comment:

Tere said...

Gracias por la aclaración al revuelo que se ha formado por la desdichada muerte de la Sra. Ruiz.
Ojalá sirva para quienes no se dejan manipular por los medios de comunicación y para quienes respetan los derechos humanos. Ha sido su decisión, dejemos de cuestionarla. Nadie tiene la verdad absoluta, nadie puede afirmar que con sangre hubiera sobrevivido. Que descanse en paz, y dejemos que sus familiares vivan en paz. Animo y haced oidos sordos a palabras necias que no merecen la pena ser escuchadas.