Diez latigazos

Aunque es un hecho ocurrido hace ya unos días he querido compartir lo rescrito por Alberto Eisman en Muzungu

Monday, July 13, 2009 4:50 PM Alberto Eisman

No se lo pierdan. Observen ustedes y decidan por sí mismos si no hay sistemas o interpretaciones religiosas que han perdido completamente el Norte: la chica de la foto se llama Lubna Hussein, es una chica sudanesa que trabaja como periodista en la misión de paz de la ONU para Sudán (UNMIS). A esta chica y a otras trece, la policía de Jartúm las ha detenido por inmoralidad y, después de un juicio rápido, el juez en cuestión las ha condenado a diez latigazos a cada una. El nefando crimen de Lubna es llevar la misma ropa que aparece en la foto... ¿estoy de cachondeo? Pues no, más quisiera yo, pero la noticia no es inventada ni está sacada de la antología del disparate. Sucede en Sudán, en el siglo XXI.

La verdad es que no sé por dónde ven la inmoralidad ciertos elementos tan celosos del decoro y las buenas maneras: no sé si es que el escote estaba abierto por algún sitio o el tobillo apareció al aire durante algunas décimas de segundo mientras la chica andaba por la calle. Vaya usted a saber, quizá es que las sandalias dejaban entrever demasiados dedos o espacios metacarpianos o la visión de parte del empeine (que como todos sabemos es zona extremadamente erógena) hizo que algún talibán tuviera de pronto un calentón y las pobres cayeran como moscas en las redes de una policía tan zelota y puritana. El caso es que la chica, junto con sus libertinas compañeras ha sido carne de vergajo y, literalmente, ha pagado en sus carnes la intolerancia y la mentalidad farisea de unas personas y un sistema que aparentemente no hacen otra cosa que albergar mentes calenturientas y perversas que utilizan la religión como arma opresora y arrojadiza.

Esta es una de las noticias que tendrían que leer ciertos defensores de alianza de civilizaciones y otros grupos cuanto menos pintorescos por sus posiciones tan abiertas en occidente pero que callan con silencio culpable cuando sus correligionarios llevan a cabo aberraciones como estas en el terruño, fuera de ciertos medios de comunicación y del alcance de grupos de derechos humanos. No me hago ilusiones, la verdad. Si esto es lo que llega a hacer la policía de un país no me extraña en absoluto que al presidente del mismo lo quieran procesar por crímenes contra la humanidad... al contrario, es completamente de cajón que haga cosas así si sus unidades policiales llevan a cabo acciones estúpidas y tristemente ridículas como estas. Bienvenidos a la Edad Media.