RD/Efe).-Los obispos de Uruguay manifestaron hoy su "profundo dolor" por el "grave pecado" del titular de la Diócesis de Minas, Francisco Barbosa, cesado de su cargo por el Papa Benedicto XVI por haber mantenido supuestamente relaciones homosexuales.En un comunicado, la Conferencia Episcopal uruguaya informó de que Benedicto XVI "aceptó la renuncia" de Monseñor Barbosa, obispo de la Diócesis de Minas (a 120 kilómetros al norte de Montevideo), "presentada por graves motivos personales".
"Los obispos expresamos el profundo dolor por el grave pecado que ha dañado a la Iglesia y de manera especial a la Diócesis de Minas", dice el comunicado, en el que se indica que el sucesor de Barbosa será Rodolfo Wirz, hasta ahora obispo de Maldonado, a 140 kilómetros al este de Montevideo.
La decisión de la remoción fue tomada en conformidad con el artículo 401 párrafo 2 del Código de Derecho Canónico, por el que "se ruega encarecidamente al Obispo diocesano que presente la renuncia de su oficio si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo".
No obstante, fuentes de la Conferencia Episcopal uruguaya dijeron a Efe que la remoción sólo implica "su renuncia como pastor de la Diócesis de Minas, pero en principio no deja de ser obispo".
Por tanto, "a no ser que se prevea alguna otra sanción" que no haya trascendido públicamente, Barbosa podría seguir desempeñando labores correspondientes a su cargo, como oficiar misas.
El caso de Barbosa saltó recientemente a la opinión pública, después de que el prelado denunciara por extorsión a dos hombres con antecedentes penales con los que supuestamente mantuvo relaciones sexuales.
Según fuentes policiales citadas por el periódico uruguayo El País, Barbosa contrató a finales del pasado año a los dos hombres, que cumplían penas de prisión por varios delitos, para que realizaran tareas en el Obispado.
El pasado diciembre, tras una cena organizada por el prelado, éste mantuvo relaciones sexuales con los dos individuos que fueron grabadas con la cámara de un teléfono móvil y utilizadas para extorsionar a Barbosa durante meses, aseguran esas mismas fuentes.
Hace unos días, el obispo pidió perdón públicamente y se puso a disposición del Vaticano en una carta que fue leída en las misas celebradas en los templos de la Diócesis de Minas.
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