9 Octubre 11 - - Mª Pilar Ad
–¿Cuál es el milagro reconocido por la Iglesia de la madre Anna María Janer?
–El milagro tuvo lugar en 1951, y el proceso diocesano se desarrolló entre los años 1956-1957. Roma ha dado el visto bueno a la curación milagrosa de Ana Padrós, una mujer que tenía un problema de enanismo y sufría una poliatrosis degenerativa, es decir, no tenía cartílagos e iba en silla de ruedas. Un día, una hermana que la cuidaba la invitó a rezar por intercesión de la madre Janer para que la curara. Entonces empezó a hacer oración durante cinco días, y al quinto dijo que tenía muchas ganas de levantarse y arrodillarse y salió de la capilla diciendo que la madre Janer le había curado. A partir de ahí, el proceso diocesano vio que el hecho tenía garantías y que respondía a un hecho inexplicable.
–¿Por qué la madre Janer es un ejemplo de vida en el siglo XXI?
–Porque es una mujer muy actual, muy valiente y tiene puesta la mirada en todos los hermanos. Su caminar en la fe es muy parecido al nuestro, que es ir descubriendo a las personas que te encuentras en el camino de la vida y ella reconocía a Cristo en el rostro de las personas, especialmente en el de los más pobres. Es una llamada de hoy para todos los cristianos, porque nuestras circunstancias personales que nos tocan vivir cada día es un reclamo al descubrimiento de Cristo.
–¿Qué mensaje les gustaría que calara en la sociedad catalana tras la beafticiación?
–Nos gustaría que se recordara el lema de la beatificación que es «Amarte y servirte siempre y en todo». También hay que destacar que uno de los rasgos de la madre Janer es la maternidad que consiste en salir al encuentro de la necesidad del otro, y eso es lo que nos gustaría que calara a todo el mundo, además del amor y del servicio de Jesús.
Mª Pilar Adín
Postuladora de la causa de beatificación
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