La Doctrina Social de la Iglesia ignorada por los grandes magnates

La crisis golpea el estado de bienestar, los recortes en educación y sanidad dejan sin cobertura múltiples servicios. Estoy en el hospital junto a la cabecera de mi madre, su corazón nos ha dado un susto. De manera que en servicios de urgencia decidieron hospitalizarla porque no tenían cardiólogo para valorar si cambiaban la pauta de tratamiento. Y aquí estamos dos días después en un hospital que se nos ha asignado sin ningún especialista de cardiología ni especial interés para desplazarla a un hospital que tenga recursos. El internista valora a ojo de buen juicio y espera que en unos días se determine si su pauta es correcta. Todo esto carece de importancia si uno no sabe nada de lo que se cuece entre bambalinas. Pero es que en mi familia mi hermano es médico, de manera que nos está trasmitiendo el pánico de cómo se está abandonando a la mano de Dios la sanidad pública.

Múltiples recortes que hacen de este hospital cuyo personal pertenece a la empresa privada un ejemplo de lo que nos depara el futuro.Aquí señores, llegan las medicinas desde fuera. De manera que si alguien sufre una urgencia debe esperar hasta el día siguiente. No se lava a los enfermos, ni se les cambian las sábanas si hay sospechas de que se van a ir de alta. ¿Pero cómo saber si nos vamos de alta, si el médico pasa a lo largo de todo el día?. Pues bien, ni una mínima jofaina para que el familiar pueda asear a su pariente. Ni una muda de cambio por si tuviera que pasar otro día en cama. Esta es una de las más dolorosas realidades que estamos viviendo en carne propia los contribuyentes. Los que pagamos de nuestro salario el impuesto correspondiente. Estos mismos contribuyentes que si son funcionarios han visto recortada su remuneración que repercute directamente en el servicio público. Para qué entrar en más detalles. Pueden imaginar cómo se recortarán las becas de comedor y de libros. Cómo cambiarán los baremos para recibir asistencia social. Todo ese recorte se supone que obedece a la crisis. Una crisis creada por el mundo financiero que se está blindando.

Despiden a la Directora General de la Caja de Ahorros del Mediterráneo por supuesta malversación. Y la señora sigue cobrando sus emolumentos y además se asegura la pensión de jubilación. Y el país continúa a la deriva con todos esos contubernios que afectan directamente a las clases más necesitadas.

Que hay mangantes en todas las esferas no me cabe ninguna duda. Hay quien se aprovecha del estado de bienestar. Pero especialmente degradante es que quienes contribuimos honradamente a sufragar el mismo, veamos recortadas las ayudas cuando las necesitamos. La cultura del pelotazo está completamente insertada en una casta social a la que se mima con delicadeza. La protección de los paraísos fiscales y de las grandes fortunas es de vergüenza. Y resulta sangrante que sea un gobierno socialista quien impulse las medidas de recorte sin que pegue tijeretazo sobre asesores que sobran o sindicalistas que viven como marajás. Al mismo tiempo que engaña al votante con discursos demagógicos. El capitalismo salvaje no sólo no está en crisis, sino que se está enseñoreando en los países emergentes, bajo unas condiciones que ponen en peligro el nivel de vida del ciudadano medio. Y por supuesto abren la brecha entre ricos y pobres en una proporción abismal.

Cuando se recibe un mínimo de formación en doctrina social de la Iglesia, te queda un sabor amargo en la boca. Porque las palabras son hermosas pero los hechos adolecen de coherencia. Miles de empresarios hacen de mecenas de la Iglesia, al mismo tiempo que negocian sueldos millonarios que suponen el presupuesto de algún país paupérrimo. Y te viene a la cabeza el séptimo mandamiento que prohíbe tomar o retener el bien del prójimo injustamente y perjudicar de cualquier manera al prójimo en sus bienes. Prescribe la justicia y la caridad en la gestión de los bienes terrenos y de los frutos del trabajo de los hombres.

Cuando pensamos en robo, no nos podemos limitar al asalto de una casa privada. Otras formas de robo:
retener deliberadamente bienes prestados u objetos perdidos
el fraude en el comercio
engaño en la venta
en los contratos y promesas.
aprovecharse de la ignorancia o necesidad ajena.
el fraude fiscal.
pago de salarios injustos, esclavizar o menospreciar la dignidad personal.
la corrupción: pagar por favores injustos.
la apropiación y el uso privado de bienes sociales de una empresa
los trabajos mal hechos.
la falsificación de cheques, facturas, dinero, y todo tipo de engaño para no pagar lo que se debe.
los gastos excesivos de los bienes bajo nuestra administración.
infligir voluntariamente daño a las propiedades privadas o públicas
• Son contrarios a la naturaleza humana los sistemas económicos y las actitudes que reducen al hombre a no ser más que un medio.
• Las ideologías totalitarias y ateas: "comunismo" y "socialismo".
que sacrifican los derechos fundamentales de las personas y de los grupos en aras de la planificación centralizada y la organización colectiva de la producción.
• La práctica del "capitalismo", el individualismo y la primacía absoluta de la ley de mercado sobre el trabajo humano.
en que las relaciones sociales están determinadas enteramente por factores económicos
que hacen del lucro la norma exclusiva y el fin último de la actividad
se debe promover una regulación razonable del mercado, según una justa jerarquía de valores y con vistas al bien común.

¿Conocerán los líderes del Fondo Monetario Internacional el pensamiento de la Iglesia?. ¿Lo sabrá Rodrigo Rato que estuvo por allí y que ahora dirige lucrativamente a la Caja de Ahorros de Madrid fusionada con Bancaixa?. Son preguntas que a una le sobrevienen con indignación. El mal estructural nos afecta a todos los ciudadanos pero a unos más que a otros en función de su grado de responsabilidad.

Carmen Bellver
Diálogo sin fronteras

RD