Benedicto XVI: "El agua, un bien primario para todos los hombres"

Durante el Angelus el llamamiento del Papa a las naciones pidiendo a los cristianos que recen por su próximo viaje a México y Cuba

REDAZIONE
ROMA

Al día siguiente de la conclusión del VI Foro Mundial del Agua, que tuvo lugar en Marsella, Benedicto XVI ha lanzado hoy un llamamiento para que «se garantice a todos un acceso equitativo, seguro y adecuado al agua» -ha dicho tras la oración del Angelus en la plaza de San Pedro-, promoviendo de este modo «el derecho a la vida y a la nutrición de todos los seres humanos, además de un uso responsable y solidario de los bienes de la tierra, en beneficio de las generaciones presentes y futuras».

Benedicto XVI ha pedido a los fieles que recen por él con motivo de su próximo viaje a México y Cuba que realizará del 23 al 29 de marzo. «Queridos amigos –ha dicho el Pontífice- mañana celebraremos la solemne fiesta de san José. Doy las gracias de corazón a todos aquellos que me recuerden en sus oraciones en el día de mi onomástica».

"De manera particular –ha añadido- os pido que recéis por el viaje apostólico a Mexico y Cuba, que llevaré a cabo a partir del próximo viernes. Confiémoslo a la intercesión de la Beata Virgen María, tan amada y venerada en estos dos países que me dispongo a visitar».

La reflexión espiritual de Benedicto XVI en el Angelus se focalizó en el sentido de la Cuaresma como «camino con Jesús a través del desierto, un tiempo en el cual escuchar la voz de Dios y también desenmascarar las tentaciones que hablan dentro de nosotros". «A veces el hombre ama más las tinieblas que la luz, porque está unido a sus pecados. Pero solo abriéndose a la luz, y solo confesando sinceramente sus culpas a Dios, se encuentra la verdadera felicidad».

"Es importante entonces -ha advertido el Papa- acercarse con regularidad al sacramento de la Penitencia, de manera particular en Cuaresma, para recibir el perdón del Señor e intensificar nuestro camino de conversión». Según Benedicto XVI, «cada uno de nosotros, de hecho, tiene que reconocer que está enfermo, para poder ser curado; cada uno tiene que confesar su pecado, para que el perdón de Dios, ya entregado en la Cruz, pueda tener efecto en su corazón y en su vida".

Vatican Insider