Que no se desanime quien vive en una situación de dificultad económica”, porque “la Providencia ayuda siempre a quien trabaja por el bien y se compromete por la justicia; ayuda a cuantos no piensan sólo en sí mismos, sino en quienes están peor que ellos”. Éstas han sido las palabras del Papa antes del rezo del Ángelus en Romano Canavese, diócesis piamontesa de Ivrea, localidad natal del secretario de Estado Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone. Refiriéndose después a la falta de trabajo que hoy en día afecta también a esta zona, Benedicto XVI, con el brazo derecho escayolado tras la fractura de muñeca del jueves de madrugada, ha recordado los valores que a lo alargo de los siglos han caracterizado a esta población. “La familia y el respeto por la vida humana, la sensibilidad por la justicia social, la capacidad de afrontar cansancio y sacrificio, la fuerte unión con la fe cristiana a través de la vida parroquial y especialmente, la participación en la santa Misa, son también valores que permitirán a las generaciones de hoy –ha dicho el Papa- construir con esperanza el propio futuro, dando vida a una sociedad realmente solidaria y fraterna, bañada por el espíritu evangélico”. Refiriéndose a su última encíclica, “Caritas in Veritate”, Benedicto XVI ha deseado que “pueda movilizar las fuerzas positivas que renueven el mundo”. Y tras comer con los familiares del cardenal Bertone, el Papa ha regresado en helicóptero a Les Combes, en el Valle de Aosta, donde prosigue su periodo de reposo.
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