Con emoción y respeto se vivió el acto de desagravio en la Catedral de Coyhaique la tarde del martes. Medio centenar de personas se congregaron en el frontis del recinto para participar de esta actividad de reparación, tras los incidentes de violencia que se desarrollaron en el lugar el viernes pasado.
Uno de los asistentes al acto, Ricardo, indicó que su participación responde a solidarizar con las personas que fueron víctimas de represión en el frontis del principal templo católico, enfatizando que es su deber acompañarlos.
Otro de los participantes, Pablo, señaló que le parece grave que se haya violentado un templo de Dios, ya que es un lugar donde se va a orar, a reflexionar, a protegerse. Por este motivo le parecía importante participar de esta actividad de reparación.
Por su parte, Angélica, se mostró feliz y emocionada de participar en el acto de desagravio, señalando que espera que no se vuelvan a repetir hechos de violencia ni en la región ni el país.
Los organizadores de la actividad se mostraron satisfechos por la respuesta de la comunidad, que acompañó participativamente los dos momentos que comprendía el acto.
En este sentido, Jesús Herrero, vocero de las comisiones “Justicia y Paz” y “Agua-Vida” destacó el carácter emotivo del acto, en el que se recordó lo acontecido el pasado viernes, y además se realizó una liturgia, cuyos elementos centrales fueron el agua y la luz, que iluminó todo el frontis de la Catedral de Coyhaique.
Vicariato Apostólico de Aysén
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