Tras detener el ingreso de Carabineros a la Catedral, constataron el estado de salud de los jóvenes que se albergaron allí y los condujeron a una salida posterior para que pudiesen ir hasta sus hogares, pero se encontraron con que la policía estaba aguardándolos fuera.
Asimismo el sacerdote diocesano destacó que esta es primera vez en la región que ocurre un hecho de esta naturaleza, en que personal de las fuerzas de orden y seguridad irrumpen en la casa de Dios para reprimir a manifestantes. Además recordó que desde siempre las iglesias han sido lugares donde las personas pueden acudir a buscar protección, y en esa línea existe un respeto hacia los lugares sagrados.
Respecto a la reacción desmedida de Carabineros ante las protestas, José Barría señaló que “yo siento que manifestarse no es ningún delito, cuando hay un grupo que se está manifestando pacíficamente y elevando arengas, y es un derecho que tenemos todos los ciudadanos”.
Vicariato Apostólico de Aysén
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