Su segunda visita a la zona de Quillón para acompañar a las familias que han resultado damnificadas por causa de los incendios forestales, realizó esta semana Mons. Carlos Pellegrin.
El pastor diocesano estuvo acompañado por el párroco de Quillón, padre Francisco Jiménez, y también por los seminaristas de la Diócesis de Chillán, quienes decidieron cancelar su paseo como fraternidad para dedicar estos días a una experiencia de acompañamiento a las personas que han sufrido tanto por la pérdida de sus casas, bienes materiales y sistemas productivos en relación al agro.
Esta vez, la visita fue a la localidad rural de Peña Blanca, en los faldeos del Cerro Cayumanqui, donde el obispo y los seminaristas llevaron esperanza y un abrazo fraterno de la Iglesia a los vecinos de ese sector que resultó seriamente dañado por los incendios.
En la oportunidad, cerca de un centenar de vecinos se dieron cita en la sede social del sector para compartir en un marco de una eucaristía, el signo de una oración comunitaria y, principalmente, dar gracias a Dios por la salud y la vida.
El obispo se refirió también a lo que ha visto en el espíritu y el ánimo de la gente, especialmente, en las localidades de Queime y Peña Blanca.
El alcalde de Quillón, Jaime Catalán Saldías, junto a su esposa, también asistieron a la ceremonia en Peña Blanca, recibiendo la bendición del obispo para que el Señor les proteja y guíe en sus actividades con la comunidad.
Obispado de Chillán
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