Lombardi sí niega que el nombramiento de Viganó como nuncio en EE.UU. sea un castigo
La Santa Sede no descarta acciones legales contra que "Los intocables"
(Jesús Bastante).- ¿Hay corrupción en el Vaticano? Según el programa televisivo italiano "Los intocables", no sólo existe, sino que fue denunciada por el ex secretario general de Gobernación del Vaticano y actual Nuncio en Estados Unidos, Carlo Maria Viganó, en una carta a Benedicto XVI de 27 de marzo del pasado año. Según la Santa Sede, las acusaciones forman parte de "unestilo de información facciosa respecto al Vaticano y a la Iglesia católica", pero no entra en el fondo de la cuestión. Y, lo que es más grave: no niega en ningún momento que hayan existido estos problemas, que se achacan a "otras circunstancias importantes".
Según los testimonios del programa televisivo, el arzobispo hablaba de "corrupción y prevaricación", en la que "los cardenalesVelasio De Paolis, Paolo Sardi y Angelo Comastri conocen bien la situación". Como resultado, un "despilfarro" que supuso un déficit del 50% en las arcas de la Santa Sede, que Viganó trató de superar y denunciar. En cambio, la nota emitida este mediodía por el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, se asegura que la designación del arzobispo como nuncio en Estados Unidos no es un castigo ni una huida, sino "una prueba indudable de estima y confianza por parte del Papa", pero no aporta una sola prueba que desmienta las acusaciones de corrupción, prevaricación y entrega de contratos "a dedo".
"No existe transparencia alguna en la gestión de las contratas de construcción y de ingeniería", afirmaba en su carta al Papa monseñor Viganó. Roma sólo se limita aacudir a todas las vías posibles, "incluso las legales"; para defender la "honorabilidad" de los acusados.
En una nota emitida este mediodía por el director de la Oficina de la Santa Sede, Federico Lombardi, muestra su "amargura por la difusión de documentos reservados", así como los "métodos periodísticos discutibles" con los que ha sido realizado el programa, y que a menudo forman parte de un "estilo de información facciosa respecto al Vaticano y a la Iglesia Católica".
Respecto al trabajo de monseñor Viganó en la Gobernación del Estado Vaticano, Lombardi subraya que "ha tenido ciertamente aspectos muy positivos, contribuyendo a una gestión caracterizada por la búsqueda del rigor administrativo, del ahorro y del enderezamiento de una situación económica en conjunto difícil". No obstante, ha recordado la marcha de los mercados y "otras circunstancias importantes", que no ha precisado.
"Algunas acusaciones -incluso muy graves- hechas durante el programa, en particular las referidas a los miembros del comité de Finanza y Gestión de la Gobernación y de la Secretaría de Estado, comprometen a la propia Secretaría de Estado y a la Gobernación a seguir todas las vías oportunas, incluso las legales si es necesario, para garantizar la honorabilidad de personas moralmente íntegras y de reconocida profesionalidad, que sirven lealmente a la Iglesia, al Papa y al bien común".
En todo caso, intenta aclarar el portavoz de la Santa Sede, "los criterios positivos y claros de correcta y sana administración y de transparencia en los que se ha inspirado Mons. Viganó siguen siendo ciertamente los que guían también a los actuales responsables de la Gobernación. (...) Y ello es coherente con la línea de creciente transparencia, fiabilidad y atento control de las actividades económicas con la que la Santa Sede está claramente comprometida".
Para Lombardi, el ejercicio del Gobierno en "una institución compleja y articulada como es la Gobernación -y que no se limitan al justo rigor administrativo- ha sido en cambio presentado de modo parcial y banal, exaltando evidentemente los aspectos negativos, con el fácil resultado de presentar las estructuras del gobierno de la Iglesia no tanto como afectadas por la fragilidad humana -lo cual sería fácilmente comprensible-, sino como caracterizadas en profundidad por pendencias, divisiones y luchas de intereses. (...) Tanta desinformación ciertamente no puede ocultar el sereno trabajo diario con vistas a una transparencia cada vez mayor de todas las instituciones vaticanas".
Finalmente, Lombardi niega que la designación de Viganó como embajador en Estados Unidos fuese una suerte de destierro, incidiendo en que dicha designación, "una de las tareas de mayor relieve de toda la diplomacia vaticana, dada la importancia del país y de la Iglesia Católica en los Estados Unidos, es una prueba indudable de estima y confianza por parte del Papa".
Ésta es la traducción oficiosa realizada por Aci:
"El programa televisivo ‘Los intocables' transmitido ayer en la noche, acompañado del habitual entorno de artículos y comentarios puede ser objeto de múltiples consideraciones, comenzando por cuestionar el método y los expedientes periodísticos con los que ha sido realizado, para continuar con la amargura de difundir documentos reservados.
Pero no es de eso que queremos hablar ahora, dado que hoy en día lo señalado es demasiado habitual, ya sea como método general o como estilo de información parcializada en relación al Vaticano y la Iglesia Católica. Proponemos por ello dos simples consideraciones que no han tenido espacio en el debate.
La primera: la actividad desarrollada por Mons. Viganó como Secretario General de la Gobernación ciertamente ha tenido muchos aspectos positivos, contribuyendo a una gestión caracterizada por la búsqueda del rigor administrativo, el ahorro y la rectificación de una difícil situación económica general.
Estos resultados obtenidos durante la presidencia del Cardenal (Giovanni) Lajolo, son claros y nadie los niega. Una valoración más adecuada requeriría sin embargo tener en cuenta la marcha de los mercados y los criterios de inversión en los últimos años, recordar además otras circunstancias importantes como los resultados notabilísimos de la actividad de los Museos Vaticanos, con un crecido flujo de público y horarios de apertura más amplios, recordar además las finalidades no puramente económicas sino de apoyo a la misión de la Iglesia universal de parte del Estado de la Ciudad del Vaticano que son motivo de gastos considerables, y así sucesivamente.
Además, algunas acusaciones -incluso muy graves- hechas en el transcurso del programa, en particular las relacionadas a los miembros del Comité de Finanza y Gestión de la Gobernación y de la Secretaría de Estado de Su Santidad, hacen que la misma Secretaría de Estado y la Gobernación recurran a todas las vías oportunas, si es necesario legales, para garantizar la honorabilidad de personas moralmente íntegras y de reconocida profesionalidad, que sirven lealmente a la Iglesia, al Papa y al bien común.
En cualquier caso, los criterios positivos y claros de correcta y sana administración y de transparencia en los que se ha inspirado Mons. Viganó ciertamente siguen siendo los que guían también a los actuales responsables de la Gobernación, en su probada competencia y rectitud.
Y esto es coherente con la línea de siempre mayor transparencia y confiabilidad y de atento control sobre las actividades en las que la Santa Sede está claramente empeñada, pese a las dificultades, como demuestran también las adhesiones a las convenciones internacionales sobre las que se da noticia -por casual coincidencia- hoy mismo.
En resumen, la sucesión en la guía de la Gobernación no intenta ser, ciertamente, un paso hacia atrás respecto a la transparencia y el rigor, sino un paso más hacia adelante.
La segunda. Las discusiones y las tensiones, las comprensibles diferencias de opinión y posiciones, son colocadas para una valoración de un juicio superior justamente porque así se está en capacidad de ver los temas desde una perspectiva más amplia y con criterios más completos.
Un procedimiento de discernimiento difícil sobre los distintos aspectos del ejercicio del gobierno de una institución compleja y articulada como la Gobernación -que no se limita a los del justo rigor administrativo- ha sido presentado de modo parcial y banal, exaltando evidentemente los aspectos negativos con el fácil resultado de presentar las estructuras de gobierno de la Iglesia no tanto como tocadas por la fragilidad humana -lo que sería fácilmente comprensible- sino como caracterizadas por profundas disputas, divisiones o luchas de intereses.
Sobre esto decimos sin temor que se ha ido y con frecuencia se va más allá de la realidad, que la situación general de la Gobernación no es tan negativa como se ha querido hacer creer, que tanta desinformación no puede ciertamente ocultar el trabajo sereno y cotidiano en vista de una siempre mayor transparencia de todas las instituciones vaticanas, y finalmente que no es necesario olvidar que el gobierno de la Iglesia tiene su vértice en un Pontífice juicio profundo y prudente cuya honestidad por encima de toda sospecha garantiza la serenidad y confianza que justamente se espera de quienes operan al servicio de la Iglesia y de todos los fieles.
En esta perspectiva, se reafirma decididamente que confiarle la tarea de Nuncio en los Estados Unidos a Mons. Vigano, una de las tareas más importantes de toda la diplomacia vaticana, dada la importancia del país y de la Iglesia Católica en los Estados Unidos, es prueba de la indudable estima y confianza de parte del Papa".
RD
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