Acusa a encerrados de "convertir templos en trincheras políticas"
No es un hecho fortuito, sino bien
pensado y con el propósito de
crear situaciones críticas
El Arzobispado de La Habana ha denunciado hoy que el encierro de varios disidentes en una iglesia de la capital responde a una estrategia "preparada y coordinada" en varias regiones de Cuba para crear "situaciones críticas" a medida que se acerca la visita del papa Benedicto XVI al país.
"Nadie tiene derecho a convertir los templos en trincheras políticas", dice el Arzobispado en un comunicado donde tacha de "ilegítimo e irresponsable" todo acto que quiera convertir una iglesia en lugar de demostración pública y desconozca la autoridad del sacerdote o el derecho de quienes buscan paz espiritual y oración.
La reacción de la Iglesia católica cubana se produce tras conocerse que un grupo de 13 disidentes de un grupo llamado Partido Republicano mantiene desde el martes un encierro en la Iglesia de la Caridad de La Habana para reclamar que el papa escuche sus demandas.
El canciller de la Archidiócesis de La Habana,Ramón Suárez Porcari, acudió el martes al templo para escuchar las peticiones de esos disidentes, les aseguró que el mensaje "sería transmitido" y les pidió que abandonaran el templo, a lo que el grupo se negó.
La Iglesia, de acuerdo con su nota, habló de la situación con el Gobierno cubano, que se comprometió "a no actuar en modo alguno".
"Esto igualmente fue trasmitido al grupo de ocupantes, y se les ofreció conducirlos a sus casas en autos de la Iglesia. Todo intento por persuadirlos fue inútil", explica la nota.
El Arzobispado dice haber tenido conocimiento de que situaciones similares "se habían presentado en otras iglesias de la isla, pero los ocupantes ya habían abandonado los templos".
"Se trata de una estrategia preparada y coordinada por grupos en varias regiones del país. No es un hecho fortuito, sino bien pensado y al parecer con el propósito de crear situaciones críticas a medida que se acerca la visita del papa Benedicto XVI a Cuba", considera la Iglesia.
El Arzobispado de La Habana defiende que la Iglesia católica escucha, acoge e intercede por todos "pero no puede aceptar los intentos que desvirtúan la naturaleza de su misión o pueden poner en peligro la libertad religiosa de quienes visitan" los templos.
"Nadie tiene derecho a perturbar el espíritu celebrativo de los fieles cubanos, y demuchos otros ciudadanos, que aguardan con júbilo y esperanza la visita" de Benedicto XVI, concluye la nota.
El papa visitará Cuba desde el 26 al 28 de marzo próximos. (RD/Efe)
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