Protagonista durante el cónclave
En el cónclave de este año, se usarán,
por vez primera, dos estufas
La chimenea por la que saldrá la "fumata blanca" que anunciará al mundo que la Iglesia Católica tiene nuevo papa, fue colocada hoy en la Capilla Sixtina, lugar donde se desarrollará el cónclave del que saldrá el sucesor de Benedicto XVI.
La chimenea, de casi dos metros de alta, fue colocada por personal técnico del Vaticano, que la unieron al tubo de cobre al que han sido conectadas las dos estufas que se usarán durante el cónclave, una para quemar las papeletas de las votaciones y otra una estufa auxiliar que permitirá, gracias a un mecanismo electrónico, incrementar la visibilidad de la fumata.
Las dos estufas han sido colocadas en un lateral, trasero, de la capilla Sixtina, donde prosiguen las obras de acondicionamiento para acoger a partir del día 12 de marzo el segundo cónclave del tercer milenio.
De momento se desconoce si se harán pruebas de "fumatas", para ver si funciona bien o no, pero son numerosos los fotógrafos y turistas los que no quitan ojo a la chimenea, que se ve perfectamente desde la plaza de San Pedro.
Símbolos mudos del papado
La ventana, la chimenea y la estufa. Son los tres símbolos mudos del devenir histórico de la Iglesia en la plaza de San Pedro del Vaticano. La ventana del despacho del Papa tiene un protagonismo permanente mientras dura el pontificado. Cuando termina y se cierra la ventana, el protagonismo se desplaza a una pequeña chimenea que sobresale por encima de tejado de la capilla Sixtina, alimentada por la estufa que se encuentra en el recinto sellado y lacrado, en el que sólo entran y salen los cardenales electores.
La chimenea y la estufa tienen un protagonismo temporal y fugaz, pero también muy simbólico. Durante los días que dura el cónclave, los ojos del mundo (a través de los de las televisiones) están pendientes de una pequeña chimenea. Y la vigilan sin parar, a la espera de que salga la fumata, blanca o negra.
Es la mezcla portentosa de lo nuevo y lo viejo que tan bien sabe casar la Iglesia, como institución que cambia constantemente y, a la vez, permanece inamovible. En la época del Twitter, los SMS y las conexiones instantáneas, es como si el mundo retrocediese a la Edad de piedra , para volver a la comunicación por medio de señales de humo.
La historia de la estufa
No se sabe con exactitud cuando se introdujo la utilización de la estufa y la consiguiente fumata en el cónclave. Todo hace pensar que se viene utilizando al menos desde el pontificado de Sixto IV (1471-1484), el Papa al que se debe la construcción de la Capilla Sixtina.
Lo que sí está documentado, con grabados sobre la parte superior de la propia estufa, es que se utilizó en 1939, en el cónclave en el que salió elegido Pío XII; en 1939, donde se eligió a Juan XXIII; o en el de 1963, que eligió a Pablo VI. Se volvió a utilizar dos veces en 1978. Primero, en la elección de Juan Pablo I y, un mes después, en la de Juan Pablo II. Y por supuesto, en el cónclave de 2005, que eligió a Benedicto XVI.
En el cónclave de este año, se usarán, por vez primera, dos estufas. Una para quemar las papeletas de las votaciones y otra de la que saldrá el humo blanco, "la fumata blanca", que indicará al mundo que ya hay nuevo Papa, o humo negro, la "fumata negra" que indica que la Iglesia continúa sin pontífice.
Para que la "fumata blanca" sea de verdad blanca y no ocurra como en la elección de Juan Pablo I, en 1978, en la que el humo que salió era de color gris, el Vaticano se ha comprometido a que en esta ocasión el humo sea realmente blanco.
Por si eso fallase o aunque no falle, tras la fumata blanca repicarán las campanas de la Basílica de San Pedro como señal de alegría y para dar a conocer al mundo que se ha elegido un nuevo Papa. Al rato, el cardenal protodiácono francés Jean-Louis Tauran, saldrá al balcón del Vaticano para dar a conocer a los fieles del mundo entero que la Iglesia tiene un nuevo jefe con la multisecular fórmula en latín: "Habemus Papam".
Y es que, como explica el portavoz de la Santa sede, Federico Lombardi, con la combustión solo de los folios con paja no sería suficiente para mostrar al mundo si se trata de "fumata blanca" o "fumata negra". De ahí que, para evitar equívocos, una de las dos será destinada exclusivamente a mostrar al mundo, "de manera indudable", el humo blanco o negro. Se perfecciona la estufa, pero se mantiene el símbolo. El anuncio del Papa seguirá llegando a través del humo de la chimenea de la Sixtina.
RD
La chimenea que anunciará la elección del Papa ya asoma sobre la Capilla Sixtina
9 de marzo, 2013. (Romereports.com) El viernes por la tarde se dio a conocer la fecha del inicio del cónclave y el sábado por la mañana ya estaba instalada la chimenea sobre la Capilla Sixtina que servirá para anunciar los resultados de las votaciones de los cardenales durante su encierro.
Durante varios días los trabajadores del Vaticano están poniendo a punto la Capilla Sixtina y su entorno para que la elección del nuevo Papa se desarrolle sin incidencias. Uno de los últimos pasos es la instalación de esta alta chimenea que se puede observar desde la plaza de San Pedro y que está conectada a las dos estufas que se encuentran en la estancia en la que se encerrarán los cardenales el martes 12 de marzo.
Durante varios días los trabajadores del Vaticano están poniendo a punto la Capilla Sixtina y su entorno para que la elección del nuevo Papa se desarrolle sin incidencias. Uno de los últimos pasos es la instalación de esta alta chimenea que se puede observar desde la plaza de San Pedro y que está conectada a las dos estufas que se encuentran en la estancia en la que se encerrarán los cardenales el martes 12 de marzo.
Por esa chimenea saldrá humo el martes por la tarde una vez y dos veces, una por la mañana y otra por la tarde a partir del miércoles. Será humo negro cada vez que la votación haya sido fallida y humo blanco cuando los cardenales hayan logrado ponerse de acuerdo concediendo al menos 77 votos al que será el nuevo Papa.
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