En cinco párrafos en el diario del Vaticano se informó de que se había celebrado una reunión del arzobispo Gerhard Ludwig Müller, cabeza de la sagrada congregación para la Doctrina de la Fe, con las dirigentes de la LCWR (agrupación de religiosas norteamericanas) En ella, se les comunicó que el nuevo papa estaba conforme con el control de sus actuaciones que se había puesto en manos de tres obispos pues Francisco consideraba que “las consecuencias de la investigación apostólica que se había incoado, exigían llevar a cabo un programa de reforma”. El arzobispo Sartain, encargado de llevar a buen puerto la reforma, también estaba presente. Sus atribuciones abarcan varias áreas: revisión de los estatutos, nuevos programas para la organización, vigilancia y ofertas para las liturgias y reconsideración de las afiliaciones de la LCWR con otras organizaciones.
Tras la reunión, la primera celebrada tras las medidas, las religiosas declararon que la entrevista había sido franca y clara y que rezaban para que estas conversaciones dieran frutos positivos para la Iglesia.
La noticia ha cogido por sorpresa en algunos sectores vaticanos que estaban divididos por la forma de tratar a este grupo de religiosas. Pues si bien, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe siempre ha sido partidaria de un enfoque radical, laCongregación sobre los Religiosos ha apostado por un camino diferente, buscando el diálogo antes que la confrontación. En esta línea, parece que ha ido el nombramiento del franciscano José Rodriguez Carballo, del que sus colegas siempre afirman que es un hombre que busca evitar los desencuentros.
La noticia ha cogido por sorpresa en algunos sectores vaticanos que estaban divididos por la forma de tratar a este grupo de religiosas. Pues si bien, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe siempre ha sido partidaria de un enfoque radical, laCongregación sobre los Religiosos ha apostado por un camino diferente, buscando el diálogo antes que la confrontación. En esta línea, parece que ha ido el nombramiento del franciscano José Rodriguez Carballo, del que sus colegas siempre afirman que es un hombre que busca evitar los desencuentros.
Pienso que esta entrevista estaría programada desde hace tiempo pero me sorprende que nadie de la congregación de los religiosos estuviera presente. No sé como se trabaja en el Vaticano ¿Funcionan cada uno por su lado? ¿Se han precipitado a no posponer este encuentro para que se celebre antes de la llegada de Carballo? No lo sabremos hasta ver las medidas que se adopten desde ese momento y el peso que tendrán las distintas congregaciones en la nueva organización vaticana que se produzca
Isabel Gómez Acebo
RD
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