Vida de Nuestra Señora del Carmen
El Carmelo es una cadena montañosa de Israel que, partiendo de la región de Samaria, acaba por hundirse en el Mar Mediterráneo, cerca del puerto de Haifa. Esta altura tiene un encanto peculiar. Es diferente del Monte Nebo, en Jordania, del macizo del Sinaí y del Monte de los Olivos en Jerusalén.
Todas las montañas palestinas tienen sus recuerdos teofánicos (es decir de las manifestaciones de Dios), que las convierten en cumbres sagradas y místicas. Pero ninguna tan sugestiva como el Monte Carmelo. ¿Por qué San Juan de la Cruz lo tomó como el símbolo de la ascensión mística? Seguramente se le sugirió el nombre de su propia Orden Carmelitana. Pero sin duda había alguna intención más profunda que la hacía simpatizar con el misterio de la sagrada montaña del profeta Elías.
Una tradición piadosa sostiene que, desde los días de los profetas Elías y Eliseo, hubo en aquella zona hombres de oración que vivían en soledad la búsqueda de Dios. En el período de los Cruzados surgió entre los cristianos el deseo de vivir sobre aquella montaña de vida de entrega al Señor. Así surgió en el Carmelo la vida carmelita. El convento del Monte Carmelo tiene un nombre evocador: "Stella Maris" (Estrella del Mar). Es un hermoso edificio cuadrangular a 500 metros de altura sobre el nivel del Mar Mediterráno en la ciudad de Haifa.
El centro del convento lo ocupa el santuario de la Virgen del Carmen. En el altar mayor de esta hermosa iglesia en cruz griega se venera la estatua de la Virgen del Carmen, obra de un escultor italiano en 1836.
Debajo del altar se ve la gruta del profeta Elías. Según la tradición, éste era el lugar donde se refugiaba el profeta. Una estatua recuerda al celoso defensor de la religión de Yahwéh.
Nos cuentan los Padres Carmelitas que no ha sido fácil la permanencia católica sobre esta montaña. Bien es verdad que, en la época de los Cruzados, el patriarca latino de Jerusalén, San Alberto, pudo dar a los ermitaños del Monte Carmelo una regla religiosa el año 1212. Se cuenta que el carmelita San Simón Stock pasó por aquí antes de su célebre visión del escapulario carmelita.
También subió en peregrinación a esta santa montaña el rey San Luis de Francia en el año 1254 en acción de gracias por haberse salvado de un naufragio. Con la caída de la ciudad de San Juan de Acre en 1291 vino la persecusión árabe que causó el martirio de no pocos religiosos. Después de una larga interrupción de la vida monacal en la montaña que dio ocasión para la expansión del ideal carmelitano por el Occidente, regresaron los religiosos del Carmen al Monte Carmelo por el siglo XVII.
La estrella del Mar
Los marineros antes de la edad de la electrónica confiaban su rumbo a las estrellas. De aquí la analogía con La Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.
Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar
Los Carmelitas y la Virgen del Carmen se difunden por Europa
La Virgen Inmaculada, Estrella del Mar, es la Virgen del Carmen, es decir la que desde tiempos remotos allí se le venera. Ella acompañó a los Carmelitas a medida que la orden se propagó por el mundo. A los Carmelitas se les conoce por su devoción a la Madre de Dios, ya que en ella ven el cumplimiento del ideal de Elías. Llegaron incluso a llamárseles: "Los hermanos de Nuestra Señora del Monte Carmelo". En su profesión religiosa se consagraban a Dios y a María, y tomaban el hábito en honor ella, como un recordatorio de que sus vidas le pertenecían a ella, y por ella a Cristo.
El Escapulario Carmelita
Nuestra Señora del Monte CarmeloLos signos en la vida humana y cristiana Vivimos en un mundo con cantidad de realidades tomadas como símbolo: el rayo de luz, la llama de fuego, el agua que brota... En la vida de cada día existe también gestos que expresan y simbolizan valores más profundos: como el compartir la comida (signo de amistad), el ponerse en fila para una manifestación (signo de solidariedad), el estar todos en pie (respeto).
Como hombres tenemos necesidad de signos o símbolos que nos ayuden a entender y vivir.
Como cristianos tenemos a Jesús, el gran don y al mismo tiempo signo eterno del amor del Padre. El estableció la Iglesia, ella misma como signo e instrumento de su amor. E incluso utilizó pan, vino, agua para remontarnos a realidades superiores que no vemos ni tocamos: constituyó signos capaces para dárnoslas verdaderamente, es decir los Sacramentos.
En la celebración de los Sacramentos los símbolos (agua, aceite, pan, imposición de las manos, anillos) expresan y operan una comunicación con Dios, que se hace presente a través de tales cosas concretas y cotidianas.
Además de los signos litúrgicos, existen en la Iglesia otros signos, ligados a un acontecimiento, a una tradición, a una persona.
UNO DE ESTOS ES EL ESCAPULARIO DEL CARMEN.
Origen del Escapulario
En el Medioevo muchos cristianos querían unirse a las Ordenes religiosas fundadas entonces: Franciscanos, Dominicos, Agustinos, Carmelitas. Surgió un laicado asociado a ellas mediante las Confraternidades.
Las Ordenes religiosas trataron de dar a los laicos un signo de afiliación y de participación en su espíritu y apostolado. Este signo estaba constituido por una parte significativa del hábito: capa, cordón, escapulario.
Entre los Carmelitas se estableció el Escapulario, en forma reducida, como expresión de pertenencia a la Orden y de compartir su devoción mariana.
Actualmente el Escapulario de la Virgen del Carmen es un signo aprobado por la Iglesia y propuesto por la Orden Carmelitana como manifestación del amor de María por nosotros y como expresión de confianza filial por parte nuestra en Ella, cuya vida queremos imitar.
El "Escapulario" en su origen era un delantal que los monjes vestían sobre el hábito religioso durante el trabajo manual. Con el tiempo asumió el significado simbólico de querer llevar la cruz de cada día, comlos verdaderos seguidores de Jesús. En algunas Ordenes religiosas, como el Carmelo se convirtió en el signo de la decisión de vivir la vida como siervos de Cristo y de Maria.
El Escapulario simbolizó el vínculo especial de los Carmelitas a María, Madre del Señor, expresando la confianza en su materna protección y el deseo de seguir su ejemplo de donación a Cristo y a los demás. Así se ha transformado en un signo Mariano por excelencia.
Nuestra Señora del monte CarmeloEl Escapulario, signo mariano
El Escapulario ahonda sus raíces en la larga historia de la orden Carmelita, donde representa el compromiso de seguir a Cristo como María, modelo perfecto de todos los discípulos de Cristo. Este compromiso tiene su origen lógico en el bautismo que nos transforma en hijos de Dios.
La Virgen nos enseña
A vivir abiertos a Dios y a su voluntad, manifestada en los acontecimientos de la vida; A escuchar la voz (palabra) de Dios en la Biblia y en la vida, poniendo después en práctica las exigencias de esta voz; A orar fielmente sintiendo a Dios presente en todos los acontecimientos; A vivir cerca de nuestros hermanos y a ser solidarios con ellos en sus necesidades.
El Escapulario introduce en la fraternidad del Carmelo, es decir en una gran comunidad de religiosos y religiosas que, nacidos en Tierra Santa, están presentes en la Iglesia desde hace más de ocho siglos. Compromete a vivir el ideal de esta familia religiosa, que es la amistad íntima con Dios a través de la oraciòn Pone delante el ejemplo delos santos y santas del Carmelo con quienes se establece una relación familiar de hermanos y hermanas. Expresa la fe en el encuentro con Dios en la vida eterna por la intercesión de María y su protección.
En síntesis y en concreto el escapulario del Carmen NO ES Ni un objeto para una protección mágica (un amuleto) Ni una garantía automática de salvación Ni una dispensa para no vivir las exigencias de la vida cristiana, al revés! ES Un signo "fuerte" aprobado por la Iglesia desde hace varios siglos, ya que representa nuestro compromiso de seguir a Jesús como María: * abiertos a Dios y a su voluntad * guiados por la fe, por la esperanza y por el amor * cercanos al prójimo necesitado * orando constantemente y descubriendo a Dios presente en todas las circunstancias * un signo que introduce en la familia del Carmelo * un signo que alimenta la esperanza del encuentro con Dios en la vida eterna bajo la protección de María Santísima.
Normas prácticas * El Escapulario lo impone una vez para siempre, un religioso carmelita u otro sacerdote autorizado. * Puede ser sustituido por una medalla que represente por una parte la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, y por otra la de la Virgen. Esta medalla se bendice cuando se cambia. * El Escapulario es para los cristianos auténticos que viven conforme a las exigencias evangélicas, reciben los Sacramentos y profesan una especial devoción a la Santísima Virgen (expresada con el rezo cotidiano de al menos tres Ave Marías).
Imposición del escapulario: fórmula Recibe este Escapulario, signo de una relación especial con María, la Madre de Jesús, que te comprometes a imitare. Este Escapulario te recuerde tu dignidad de cristiano, tu entrega al servicio del prójimo y a la imitación de María. Llévalo como signo de su protección y como signo de tu pertenencia a la familia del Carmelo. Estáte dispuesto a cumplir la voluntad de Dios y a comprometerte en el trabajo por la construcción de un mundo que responda al plan de fraternidad, justicia y paz de Cristo.
Oración a Nuestra Señora del Carmen
¡Oh Bellísima Flor del Carmelo, Fructífera Viña, Resplandor del Cielo, Madre Singular del Hijo de Dios, Virgen Siempre Pura!
Madre Santísima, después de habernos traído el Hijo de Dios, permanecísteis intacta y sin mancha ninguna.
¡Oh Bienavernturada Siempre Virgen, asistídme en esta necesidad !
¡Oh Estrella del Mar, auxiliad y protegédme !
¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos !
¡Madre y Ornamento del Carmelo, rogad por nosotros !
¡Virgen, Flor del Carmelo, rogad por nosotros!
¡Patrona de los que visten el Santo Escapulario, rogad por nosotros !
¡San José, fiel Amigo del Sagrado Corazón, rogad por nosotros !
¡San José, Castísimo Esposo de María Santísima, rogad por nosotros !
¡San José, nuestro Gran Protector, rogad por nosotros !
¡Dulce Corazón de María sed nuestra Salvación !
Amén.
(de san Simón Stock)
Madre Santísima, después de habernos traído el Hijo de Dios, permanecísteis intacta y sin mancha ninguna.
¡Oh Bienavernturada Siempre Virgen, asistídme en esta necesidad !
¡Oh Estrella del Mar, auxiliad y protegédme !
¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos !
¡Madre y Ornamento del Carmelo, rogad por nosotros !
¡Virgen, Flor del Carmelo, rogad por nosotros!
¡Patrona de los que visten el Santo Escapulario, rogad por nosotros !
¡San José, fiel Amigo del Sagrado Corazón, rogad por nosotros !
¡San José, Castísimo Esposo de María Santísima, rogad por nosotros !
¡San José, nuestro Gran Protector, rogad por nosotros !
¡Dulce Corazón de María sed nuestra Salvación !
Amén.
(de san Simón Stock)
La Virgen del Carmen de la Tirana
(RV).- ¡Carmelita, Carmelita Madre de Nuestro Señor,
intercede por tus hijos que hoy en la Tirana cantan con fervor!
En Chile, el 16 de julio, gran fiesta en la Tirana, miles de peregrinos chilenos, y extranjeros, honran la Madre de Dios “La Virgen del Carmen de la Tirana”. Junto a ellos, los esposos Antonio y Ana vienen fervorosos con su hijos a agradecer a Dios por su bendición.
Desde una semana atrás se ha iniciado la novena. Muchos fieles vienen y van, peregrinan para pedir protección a “La Carmelita”. A las 12 de la noche del dia 15, se estalla en júbilo: fuegos artificiales, cantos y bailes tradicionales, se entrelazan a las plegarias hasta el amanecer. La imagen de la Virgen con el niño Jesús en brazos, es preparada para la misa y procesión; un manto nuevo, una corona brillante y numerosas cintas de colores que penden del borde del manto.
Antonio, su familia y demás peregrinos llegan hasta sus pies portando las mandas, y plegarias; de rodillas, agradecen por su protección. La Eucaristía, la preside el Obispo y concelebran muchos sacerdotes. Antonio y Ana están felices: Samuel, su hijo mayor recibe la primera comunión, y Teresa la menor será bautizada junto a muchos más.
Se invita a renovar el amor particular a “La Carmelita”, la Madre de Dios que protege la Tirana y todo Chile. Es la Madre que porta los hijos hacia Cristo. Los peregrinos regresan a sus lugres de origen, seguros de la protección de María y el año que viene nuevamente en la Tirana estarán, (José Ricardo Santos Rodríguez Pbro-RV)
intercede por tus hijos que hoy en la Tirana cantan con fervor!
En Chile, el 16 de julio, gran fiesta en la Tirana, miles de peregrinos chilenos, y extranjeros, honran la Madre de Dios “La Virgen del Carmen de la Tirana”. Junto a ellos, los esposos Antonio y Ana vienen fervorosos con su hijos a agradecer a Dios por su bendición.
Desde una semana atrás se ha iniciado la novena. Muchos fieles vienen y van, peregrinan para pedir protección a “La Carmelita”. A las 12 de la noche del dia 15, se estalla en júbilo: fuegos artificiales, cantos y bailes tradicionales, se entrelazan a las plegarias hasta el amanecer. La imagen de la Virgen con el niño Jesús en brazos, es preparada para la misa y procesión; un manto nuevo, una corona brillante y numerosas cintas de colores que penden del borde del manto.
Antonio, su familia y demás peregrinos llegan hasta sus pies portando las mandas, y plegarias; de rodillas, agradecen por su protección. La Eucaristía, la preside el Obispo y concelebran muchos sacerdotes. Antonio y Ana están felices: Samuel, su hijo mayor recibe la primera comunión, y Teresa la menor será bautizada junto a muchos más.
Se invita a renovar el amor particular a “La Carmelita”, la Madre de Dios que protege la Tirana y todo Chile. Es la Madre que porta los hijos hacia Cristo. Los peregrinos regresan a sus lugres de origen, seguros de la protección de María y el año que viene nuevamente en la Tirana estarán, (José Ricardo Santos Rodríguez Pbro-RV)
Un festival de colores, bailes y cantos para alabar a la Virgen de las Vírgenes: eso es la fiesta de Nuestra Señora del Carmen en La Tirana. En medio del desierto más árido del mundo, un pequeño poblado de no más de mil habitantes recibe anualmente unos 250 mil peregrinos, que acuden a una gran fiesta.
Una historia con rasgos legendarios
La tradición que da origen La Tirana se remonta a 1535, en los albores de la conquista de Chile, cuando el capitán don Diego de Almagro, procedente del Cuzco, ingresó al norte del país con quinientos cincuenta españoles y un séquito de 10 mil indios. Entre éstos, dos de gran relevancia: Paulino Tupac, príncipe de la familia imperial de los Incas, y Huillac Huma, último sumo sacerdote del desaparecido “culto al Sol”, junto a su hija, la princesa Ñusta Huillac.
En las filas habían también, sigilosamente infiltrados, varios “wilcas” –capitanes de los antiguos ejércitos imperiales incas– y un puñado de “ex-sacerdotes”, los que enmascaraban sus planes de venganza con sumisas actitudes de obediencia.
Sorprendido mientras urdía una trama contra los españoles, el príncipe fue muerto. El sacerdote huyó poco después; y su hija Ñusta logró escapar también de la hueste de Almagro,refugiándose junto a un grupo de guerreros en un tupido bosque de tamarugos, árboles del desierto muy abundantes entonces.
Transformando el tamarugal en un refugio inexpugnable, Ñusta se convirtió en capitana de un grupo cada vez más numeroso de indígenas, con los que asolaba la región. Como princesa y sacerdotisa, revivió el culto proscrito e hizo renegar a muchos indígenas de la fe, ejecutando a todo español o indio cristiano que pudiera atrapar. En una de sus expediciones guerreras, capturó a un portugués llamado Vasco de Almeyda, minero aventurero que buscaba la quimérica “Mina del Sol”. La princesa se dejó llevar por una inclinación amorosa hacia el prisionero, y fue dilatando su ejecución, tiempo que éste aprovechó para enseñarle la doctrina católica y, por fin, bautizarla. Pero sus guerreros, desconfiados, la espiaban desde hacía algún tiempo. Al ver que su capitana renegaba de la religión inca, mataron a ambos a flechazos. No obstante, respetaron la última voluntad de la princesa, colocando una cruz en su sepultura.
Años más tarde, el misionero mercedario Fray Antonio de Rondón la encontró, y levantó en el mismo sitio una ermita a la Virgen del Carmen. Ahí se encuentra el actual poblado de La Tirana.
El origen de la fiesta
Durante un par de siglos esta pequeña ermita se mantuvo como centro de peregrinación familiar para los habitantes de la zona, que manifestaban con cantos y bailes populares su veneración por la imagen de la Virgen.
En 1830 la región comenzó a experimentar una gran transformación debida al auge del salitre. Materia prima esencial para muchas manufacturas de la época, generó la fundación de varios centros de explotación y procesamiento, conocidos como “oficinas salitreras”, que contrataban abundante mano de obra en el sur del país. Muy pronto estos obreros, en una tierra lejana y agreste, se habituaron a visitar la ermita de Nuestra Señora del Carmen.
Con el tiempo resolvieron iniciar una campaña de recolección de materiales para construir una iglesia, la que fue inaugurada el 16 de julio de 1886.
Hacia 1930 llegó el ocaso de la explotación salitrera y las oficinas fueron cerradas paulatianmente. Pero, aunque obligados a emigrar a las grandes ciudades del norte y centro de Chile, los pampinos mantuvieron la hermosa tradición de peregrinar una vez al año a La Tirana.
Hacia 1930 llegó el ocaso de la explotación salitrera y las oficinas fueron cerradas paulatianmente. Pero, aunque obligados a emigrar a las grandes ciudades del norte y centro de Chile, los pampinos mantuvieron la hermosa tradición de peregrinar una vez al año a La Tirana.
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