El Evangelio de Marcos de este domingo nos narra el episodio de los discípulos asustados por la tormenta, mientras Jesús duerme. Temen por su vida y piensan que el Maestro está ajeno a su sufrimiento. Pero no fue así. No es así. Jesús siempre esta atento para ayudar a los que sufren y también a los que temen. Hay muchas tormentas en la vida y no debemos perder la calma. Jesús está con nosotros.
Betania
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