Tuesday, March 01, 2011

Como Noé, Construyendo un Arca


Ron Rolheiser - Lunes 28 de Febrero del 2011

“Si puedes mantener la calma, cuando otros la pierden y te echan la culpa por ello…”

Reconocerás estas palabras como los versos iniciales que abren el famoso poema “Si …” (If) de Rudyard Kipling, poeta indio-británico, y, tanto como cualquier comentario sobre la Escritura, proporcionan la clave para entender la historia de Noé y del Arca.


¿Cuál es el significado de esta historia de Noé?

¿Hemos de creer realmente que en un determinado momento de la historia humana toda la tierra fue inundada por el agua y que un solo hombre, Noé, tuvo la previsión de construir una especie de barco en el que habría colocado un macho y una hembra de cada una de las especies vivientes en la tierra para salvarlas de la extinción? Evidentemente no hay que entender la historia literalmente, como un acontecimiento concreto de la historia de este planeta. Como un buen número de otras historias bíblicas que tratan de los orígenes de la historia, este relato no es un vídeo histórico de lo que pasó, sino más bien es una historia del corazón humano, una historia que es más cierta que cierta, en cuanto que ocurre repetidamente dentro de nuestras vidas. Y ¿cómo ocurre? ¿Qué significa la historia de Noé y del Arca?



La historia se podría rehacer de esta manera: Con demasiada frecuencia llega un momento en la historia en el que queda ya tan poca visión, fe, idealismo, honradez y caridad en este nuestro planeta que hay un peligro real de que el mundo mismo se hunda, se ahogue y vuelva a un caos que exterminará todo lo que es de gran precio. Pero una persona, a pesar de todo lo que está pasando a su alrededor, guardará sus ojos fijos en lo alto, conservará su fe intacta, protegerá la vida y rehusará hacer componendas con el amor y la honradez. Al fin, la tierra se ahogará en el caos, pero gracias a la visión de esta única persona, a su idealismo, fe, honradez y amor, una bolsa de vida, que contiene todavía todo lo precioso y valioso, se preservará, y se le dará una nueva oportunidad de crecer.



El Arca de Noé es como un barco de fe, visión, idealismo, honradez y caridad. Estas virtudes nos capacitan para flotar por encima del caos que anega las cosas. Además, nuestra honradez, caridad, fe y visión contienen en sí mismas todo lo que es valioso y precioso, que necesita protección y oportunidad constante a favor de la vida.



Y hay diferentes maneras de construir esta arca. He aquí una muestra:



A Daniel Berrigan le gusta mucho dar esta advertencia: ¡Ojo! ¡Cuidado, o la cultura te va a tragar entero! Es fácil que la cultura nos trague enteros y nos ahogue. ¡Menudo tipo de narcótico! Al reconocer esto, en un momento de su vida, Daniel Berrigan optó por trabajar a tiempo completo en una residencia para enfermos terminales, moribundos. Sentía una mezcla de razones: Por una parte, quería sinceramente ayudar a pacientes terminales de cualquier manera posible, física y espiritualmente. Por otra, quería trabajar con los moribundos, porque reconocía que ellos, los moribundos, precisamente porque ya no tienen un sitio y función importantes dentro de la cultura y del futuro, le podrían proporcionar una perspectiva privilegiada sobre nuestra cultura y sobre nuestro mundo. Sencillamente: Cuando ves tu cultura y tu mundo a través de los ojos de alguien que se está muriendo las cosas toman una perspectiva muy diferente; y mucho de lo que excita nuestra vida ordinaria (cansando nuestros cuerpos, nuestras mentes y corazón, en su búsqueda) aparece ahora como secundario y no merecedor de toda la atención y energía que se le da.



Para Daniel Berrigan, construir un arca significó atender a los moribundos para recibir la fe y la perspectiva a fin de no naufragar y ahogarse en nuestra cultura.



Y así podríamos parafrasear a Rudyard Kipling de este modo:



Si puedes conservar tu fe cuando por todas partes a tu alrededor los demás están perdiendo la suya, pero se sienten cómodos en el sentimiento de que los números tienen fuerza, que todos los demás hacen lo mismo, que tantos millones de seres humanos no pueden estar equivocados;


Si puedes seguir respetando a otros cuando a tu alrededor se percibe esto como debilidad, y la falta de respeto se considera como fuerza y pasión por la verdad;


Si sabes permanecer cortés y conservar tus educados modales cuando a todo tu alrededor se percibe la cortesía como algo raro, y la grosería y tosquedad abiertamente se presentan como sofisticación;


Si puedes vivir en tensión cuando por todas partes a tu alrededor hay transigencia y componendas, porque se considera que es mejor permitir al diablo adueñarse del mañana que vivir en tensión hoy.


Si puedes rehusar el conformarte con el segundo lugar cuando en todas partes a tu alrededor se acepta que esto es todo lo que la vida ofrecerá;


Si puedes combinar castidad y pasión cuando, en torno a ti, esto se considera como algo ingenuo e imposible;


Si puedes hacer sitio para respetar el Día Sabático en medio de las presiones de la vida, cuando a todo tu alrededor esas presiones han comenzado a dictar todo en la vida;


Si puedes aguantar más todavía en caridad y perdón, amando y perdonando a los que te odian, cuando en todas partes a tu alrededor se propugna el odio por el odio;



¡Entonces, sin duda, justo como Noé, habrás construido un Arca!


Ciudad Redonda

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