Con la presencia del primer ministro paquistaní
Grupos de paquistaníes organizaron protestas a favor del católico ministro de Minorías
La Policía paquistaní extremó este viernes las medidas de seguridad en Islamabad, donde una multitud acudió a la misa por el ministro de Minorías, Shahbaz Bhatti, asesinado hace dos días, y donde los cristianos organizaron manifestaciones a su favor.
A la ceremonia en una iglesia de Islamabad acudieron altos cargos del Gobierno, entre ellos el primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, que declaró: "Todas las minorías han perdido a un gran líder. Os aseguro que haremos lo posible para asegurar los culpables a la justicia" .
La comunidad cristiana se despidió en la capital paquistaní de Bhatti, cuyo féretro fue trasladado a su localidad natal, Khuspur, cerca de Faisalabad, en la provincia oriental de Punyab, donde será enterrado.
Tras la ceremonia religiosa, reducidos grupos de paquistaníes organizaron protestas a favor del católico ministro de Minorías, ferviente defensor de las minorías y detractor de las leyes antiblasfemia.
Agentes antidisturbios se desplegaron para vigilar a los manifestantes y la Policía redobló los habituales controles en las carreteras.
Bhatti fue asesinado hace dos días por hombres armados en un barrio de Islamabad, casi dos meses después de que un guardaespaldas matara al gobernador de Punyab, Salman Taseer, crítico también con las leyes antiblasfemia.
Su fallecimiento ha reavivado el debate sobre la capacidad de los islamistas de imponer su voluntad pero también sobre las escasas medidas de seguridad de las que disponen algunos altos cargos.
En el momento de su asesinato, Bhatti carecía de guardaespaldas y su coche de blindaje.
El ministro de Interior paquistaní, Rehman Malik, insistió durante los últimos días en que el suceso no es achacable a un fallo de las fuerzas de seguridad y aseguró que el ministro no tomó las precauciones debidas pese a estar desde hace tiempo en la diana de los integristas.
A la ceremonia en una iglesia de Islamabad acudieron altos cargos del Gobierno, entre ellos el primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, que declaró: "Todas las minorías han perdido a un gran líder. Os aseguro que haremos lo posible para asegurar los culpables a la justicia" .
La comunidad cristiana se despidió en la capital paquistaní de Bhatti, cuyo féretro fue trasladado a su localidad natal, Khuspur, cerca de Faisalabad, en la provincia oriental de Punyab, donde será enterrado.
Tras la ceremonia religiosa, reducidos grupos de paquistaníes organizaron protestas a favor del católico ministro de Minorías, ferviente defensor de las minorías y detractor de las leyes antiblasfemia.
Agentes antidisturbios se desplegaron para vigilar a los manifestantes y la Policía redobló los habituales controles en las carreteras.
Bhatti fue asesinado hace dos días por hombres armados en un barrio de Islamabad, casi dos meses después de que un guardaespaldas matara al gobernador de Punyab, Salman Taseer, crítico también con las leyes antiblasfemia.
Su fallecimiento ha reavivado el debate sobre la capacidad de los islamistas de imponer su voluntad pero también sobre las escasas medidas de seguridad de las que disponen algunos altos cargos.
En el momento de su asesinato, Bhatti carecía de guardaespaldas y su coche de blindaje.
El ministro de Interior paquistaní, Rehman Malik, insistió durante los últimos días en que el suceso no es achacable a un fallo de las fuerzas de seguridad y aseguró que el ministro no tomó las precauciones debidas pese a estar desde hace tiempo en la diana de los integristas.
(RD/Efe)
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