El Papa Bueno será canonizado sin necesidad de un segundo milagro
Fuentes vaticanas han señalado como fecha
posible el 8 de diciembre próximo
Karol Wojtyla (1920-2005) y Angelo Roncalli (1881-1963) serán elevados a la gloria de los altares y al culto universal después de que hoy el papa Francisco promulgara el decreto por el que se reconoce un segundo milagro por la intercesión de Juan Pablo II. Francisco también decidió canonizar a Juan XXIII, sin que se haya anunciado un segundo milagro por su intercesión, como contempla la normativa vaticana.
De momento se desconoce la fecha de la ceremonia de canonización, aunque según el portavoz vaticano, Federico Lombardi, será presumiblemente a finales de este año.Fuentes vaticanas han señalado como fecha posible el 8 de diciembre próximo.
Francisco ha convocado un consistorio de cardenales, cuya fecha aún no ha sido fijada, en la que se establecerá el día en que los dos pontífices serán proclamados santos.
Sobre el milagro que lleva a Karol Wojtyla a la santidad, Lombardi ha confirmado que se trata de la curación de una mujer de Costa Rica que padecía un aneurisma cerebral, del que curó de manera inexplicable para la ciencia al parecer el 1 de mayo de 2011, el mismo día en que Juan Pablo II fue beatificado. La mujer, cuya identidad se desconoce, vive en la comunidad de Tres Ríos, en la provincia de Cartago (Costa Rica).
Juan Pablo II, papa desde el 16 de octubre de 1978 al 2 de abril de 2005, fue beatificado el 1 de mayo de 2011 por Benedicto XVI. Juan XXIII, papa desde el 28 de octubre de 1958 hasta el 3 de junio de 1963, en cuyo pontificado convocó el Concilio Vaticano II, fue beatificado por Juan Pablo II el 3 de septiembre del año jubilar 2000.
RD
JUAN XXIII: Siete claves para comprender al "Papa bueno"
05 de julio, 2013. (Romereports.com) Juan XXIII es uno de los Papas más influyentes en la historia de la Iglesia Católica. Su breve pontificado de tan sólo 5 años no impide que sea una de las figuras más admiradas del siglo XX. Algunos encuentran similitudes con el Papa Francisco en sus gestos y actitudes. Éstas son las claves del hombre que se ganó la fama del “Papa bueno”.
GUERRACon 20 años, tuvo que alistarse en el ejército italiano. Durante la Primera Guerra Mundial, fue nombrado sargento y capellán militar. De 1925 a 1953 fue diplomático en Bulgaria, Turquía y Francia. En Estambul salvó a miles de judíos de la deportación a campos de concentración nazis.
PAPA Regresó a Italia en 1953 para ser patriarca de Venecia. Cinco años después, sin que nadie se lo esperase, fue elegido Papa. El nombre que eligió, Juan, no se usaba desde hacía 7 siglos.
CARIÑOSiendo Papa Juan XXIII, se ganó el apodo del “Papa bueno”, por su cercanía. Fue el primer Papa que visitó a los presos de la cárcel de Roma. También visitó a niños enfermos en el hospital Bambino Gesù. Allí algunos lo confundieron con Santa Claus.
CONCILIOFue el principal artífice del Concilio Vaticano II, que cambió el rostro de la Iglesia Católica. Lo inuguró en 1962, pero no pudo terminarlo porque murió un año después.
LA LUNAEra un virtuoso de la comunicación. Sus palabras llegaban al corazón de todos. Una vez, se dirigió a la luna desde la ventana del Palacio Apostólico. La Plaza de San Pedro estaba llena, y dijo que parecía que “incluso ella quería estar presente” ese día.
MAGISTERIOJuan XXIII escribió ocho encíclicas. Algunas se han convertido en textos fundamentales, como la Pacem in terris escrita en plena guerra fría.
Murió el 3 de junio de 1963 con 81 años. Fue enterrado en San Pedro. Su cuerpo ahora está en la basílica, cerca de la tumba de Juan Pablo II.
LEGADOFue beatificado por Juan Pablo II en el año 2000. Cuando se cumplieron 50 años de su muerte, el Papa Francisco visitó su tumba y se arrodilló para rezar ante ella.
GUERRACon 20 años, tuvo que alistarse en el ejército italiano. Durante la Primera Guerra Mundial, fue nombrado sargento y capellán militar. De 1925 a 1953 fue diplomático en Bulgaria, Turquía y Francia. En Estambul salvó a miles de judíos de la deportación a campos de concentración nazis.
PAPA Regresó a Italia en 1953 para ser patriarca de Venecia. Cinco años después, sin que nadie se lo esperase, fue elegido Papa. El nombre que eligió, Juan, no se usaba desde hacía 7 siglos.
CARIÑOSiendo Papa Juan XXIII, se ganó el apodo del “Papa bueno”, por su cercanía. Fue el primer Papa que visitó a los presos de la cárcel de Roma. También visitó a niños enfermos en el hospital Bambino Gesù. Allí algunos lo confundieron con Santa Claus.
CONCILIOFue el principal artífice del Concilio Vaticano II, que cambió el rostro de la Iglesia Católica. Lo inuguró en 1962, pero no pudo terminarlo porque murió un año después.
LA LUNAEra un virtuoso de la comunicación. Sus palabras llegaban al corazón de todos. Una vez, se dirigió a la luna desde la ventana del Palacio Apostólico. La Plaza de San Pedro estaba llena, y dijo que parecía que “incluso ella quería estar presente” ese día.
MAGISTERIOJuan XXIII escribió ocho encíclicas. Algunas se han convertido en textos fundamentales, como la Pacem in terris escrita en plena guerra fría.
Murió el 3 de junio de 1963 con 81 años. Fue enterrado en San Pedro. Su cuerpo ahora está en la basílica, cerca de la tumba de Juan Pablo II.
LEGADOFue beatificado por Juan Pablo II en el año 2000. Cuando se cumplieron 50 años de su muerte, el Papa Francisco visitó su tumba y se arrodilló para rezar ante ella.
Siete puntos que hacen grande a Juan Pablo II
05 de julio, 2013. (Romereports.com) Volveremos a ver el rostro sonriente de Juan Pablo II en la fachada de la San Pedro. Se convertirá oficialmente en un ejemplo para todos los católicos. Vivió una tan intensa que es fácil que se le escapen los motivos por los que ha llegado tan rápido a los altares. Para ayudarle a conocerlos, le damos algunos ejemplos.
Humanidad. Karol Wojtyla hacía con pasión todo lo que llevaba entre manos. Amaba la poesía y el teatro. Incluso fue actor y escribió una obra antes de ser sacerdote.
Además, fueron decisivos sus años en una cantera y en la fábrica química Solvay.
Juan Pablo II“Esta experiencia de obrero y a la vez seminarista clandestino me ha acompañado toda la vida. En la fábrica, para hacer mi turno de ocho horas, de día o de noche, llevaba conmigo algunos libros. Mis colegas obreros se extrañaron un poco, pero no se escandalizaron”.
Era el Papa de la puerta de al lado. Un Papa que lloraba de risa, que no tenía miedo a abrazar a las personas.
No tenía miedo. Era un hombre de fe profunda, que confiaba absolutamente en Dios. Se preparó para el sacerdocio en el seminario clandestino fundado por el cardenal de Cracovia. Fue ordenado sacerdote a escondidas, pero siempre invitó a no tener miedo a las dificultades.
“Non abbiate paura...”.
No tuvo miedo a los problemas de salud y nunca los escondió. E incluso, bromeaba con ellos.
“Un Papa caduto ma non decaduto...”.
A lo largo de su pontificado, apeló a la conciencia y no al odio para afrontar el materialismo soviético. Apostó por el entendimiento como camino a la democracia.
Salió al encuentro. Es el líder mundial más visto de la Historia. Ha visitado 129 países en 146 viajes fuera de Italia, el equivalente a tres veces la distancia entre la Tierra y la Luna.
Durante estas visitas se reunió con todo tipo de personas.
“Los mineros queremos que se ponga este casco, que sea un trabajador minero más de Catavi. ¡Creemos en Dios, Padre santo!”
Su primer viaje fue a México, un país del que se enamoró perdidamente.
Su último viaje fue en agosto de 2004, al santuario de Lourdes, en Francia, icono de los enfermos. Falleció ocho meses después.
Pidió perdón. En el Jubileo del Año 2000 pidió perdón por las culpas de la Iglesia católica.
En concreto, por las cruzadas y la inquisición, por la división entre las Iglesias, por la persecución de los judíos, por el machismo y el racismo y por las injusticias sociales.
También perdonó personalmente a Alí Agca, el terrorista que intentó asesinarle en San Pedro el 13 de mayo de 1981.
Santos asequibles.Trabajó para proponer santos cercanos a la gente. Por eso, en sus 26 años de pontificado beatificó a 1.340 personas y canonizó a 483 santos, más que la cifra sumada de sus predecesores.
Elevó a los altares a madres de familia como Gianna Beretta Mola, indígenas como Juan Diego o Kateri Tekawitha, al carismático Padre Pío, a la Madre Teresa de Calcuta o al Papa Juan XXIII.
Jóvenes.Su espíritu auténtico desataba un enorme entusiasmo entre los jóvenes.
Les propuso pasar unos días juntos cada dos o tres años. Son las Jornadas Mundiales de la Juventud. La primera fuera de Roma fue en Buenos Aires (Argentina), en 1987.
Eran encuentros que regalaron algunas de las imágenes más bellas de su pontificado.
Diálogo con religiones.Juan Pablo II tendió puentes con todas las personas. También con quienes no pensaban como él.
Fue el primer Papa que visitó una sinagoga, y llamó a los judíos “nuestros hermanos mayores”.
Juan Pablo II“Siete i nostri fratelli prediletti e in un certo modo si potrebbe dire i nostri fratelli maggiori”.
Además, visitó una mezquita, la de los Omeyas, en Siria, que custodia la tumba de San Juan Bautista.
También mejoró las relaciones con los cristianos ortodoxos, anglicanos y protestantes. Y convocó a los líderes de todas las religiones a rezar juntos por la paz en Asís, la ciudad de San Francisco.
Juan Pablo II pasará la Historia por muchos motivos. Tantos que muchos ya lo llaman Juan Pablo II el Grande.
Humanidad. Karol Wojtyla hacía con pasión todo lo que llevaba entre manos. Amaba la poesía y el teatro. Incluso fue actor y escribió una obra antes de ser sacerdote.
Además, fueron decisivos sus años en una cantera y en la fábrica química Solvay.
Juan Pablo II“Esta experiencia de obrero y a la vez seminarista clandestino me ha acompañado toda la vida. En la fábrica, para hacer mi turno de ocho horas, de día o de noche, llevaba conmigo algunos libros. Mis colegas obreros se extrañaron un poco, pero no se escandalizaron”.
Era el Papa de la puerta de al lado. Un Papa que lloraba de risa, que no tenía miedo a abrazar a las personas.
No tenía miedo. Era un hombre de fe profunda, que confiaba absolutamente en Dios. Se preparó para el sacerdocio en el seminario clandestino fundado por el cardenal de Cracovia. Fue ordenado sacerdote a escondidas, pero siempre invitó a no tener miedo a las dificultades.
“Non abbiate paura...”.
No tuvo miedo a los problemas de salud y nunca los escondió. E incluso, bromeaba con ellos.
“Un Papa caduto ma non decaduto...”.
A lo largo de su pontificado, apeló a la conciencia y no al odio para afrontar el materialismo soviético. Apostó por el entendimiento como camino a la democracia.
Salió al encuentro. Es el líder mundial más visto de la Historia. Ha visitado 129 países en 146 viajes fuera de Italia, el equivalente a tres veces la distancia entre la Tierra y la Luna.
Durante estas visitas se reunió con todo tipo de personas.
“Los mineros queremos que se ponga este casco, que sea un trabajador minero más de Catavi. ¡Creemos en Dios, Padre santo!”
Su primer viaje fue a México, un país del que se enamoró perdidamente.
Su último viaje fue en agosto de 2004, al santuario de Lourdes, en Francia, icono de los enfermos. Falleció ocho meses después.
Pidió perdón. En el Jubileo del Año 2000 pidió perdón por las culpas de la Iglesia católica.
En concreto, por las cruzadas y la inquisición, por la división entre las Iglesias, por la persecución de los judíos, por el machismo y el racismo y por las injusticias sociales.
También perdonó personalmente a Alí Agca, el terrorista que intentó asesinarle en San Pedro el 13 de mayo de 1981.
Santos asequibles.Trabajó para proponer santos cercanos a la gente. Por eso, en sus 26 años de pontificado beatificó a 1.340 personas y canonizó a 483 santos, más que la cifra sumada de sus predecesores.
Elevó a los altares a madres de familia como Gianna Beretta Mola, indígenas como Juan Diego o Kateri Tekawitha, al carismático Padre Pío, a la Madre Teresa de Calcuta o al Papa Juan XXIII.
Jóvenes.Su espíritu auténtico desataba un enorme entusiasmo entre los jóvenes.
Les propuso pasar unos días juntos cada dos o tres años. Son las Jornadas Mundiales de la Juventud. La primera fuera de Roma fue en Buenos Aires (Argentina), en 1987.
Eran encuentros que regalaron algunas de las imágenes más bellas de su pontificado.
Diálogo con religiones.Juan Pablo II tendió puentes con todas las personas. También con quienes no pensaban como él.
Fue el primer Papa que visitó una sinagoga, y llamó a los judíos “nuestros hermanos mayores”.
Juan Pablo II“Siete i nostri fratelli prediletti e in un certo modo si potrebbe dire i nostri fratelli maggiori”.
Además, visitó una mezquita, la de los Omeyas, en Siria, que custodia la tumba de San Juan Bautista.
También mejoró las relaciones con los cristianos ortodoxos, anglicanos y protestantes. Y convocó a los líderes de todas las religiones a rezar juntos por la paz en Asís, la ciudad de San Francisco.
Juan Pablo II pasará la Historia por muchos motivos. Tantos que muchos ya lo llaman Juan Pablo II el Grande.
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