A las obras visibles de la fe, construidas con generosidad y piedad, debemos conservarlas valiente y abnegadamente.Desde hace siglos, el Espíritu Santo ha inspirado a los seguidores de las obras creadas por San Agustín, San Benito, San Francisco de Asís, Santa Clara, y miles de santos y santas fundadores.
Hoy conocemos sus obras: sus iglesias, conventos, escuelas católicas, hogares y hospitales, todos conservados con el espíritu apostólico y la firme voluntad de las madres y padres consagrados.
Las crisis nos llaman a un examen de conciencia, para corregir y volver al camino sembrado por el amor de Dios. Por eso, el apostolado de los católicos y las obras visibles de su fe son extremadamente necesarias hoy día. Construidas con tanta generosidad y piedad debemos conservarlas valiente y abnegadamente. Su antigüedad rejuvenece en cada Eucaristía. Su belleza ennoblece las ciudades.
La Comisión Nacional para los Bienes Culturales de la Iglesia, creada por S.S. el Papa Juan Pablo II, y en Chile presidida por el Padre Gabriel Guarda O.S.B. se preocupa del inventario, la conservación y protección de los bienes eclesiales para la evangelización.Para lograrlo se confeccionó una Ficha de Inventario sencilla y completa, como “Carnet de Identidad” de cada objeto, que fue aprobada elogiosamente por la Santa Sede, y apoyada por un Manual, también sencillo y claro, para llenar esta Ficha.
También se editó un Manual de Conservación.
Se accede a los dos Manuales en www.iglesia.cl/bienesculturales y las consultas se pueden hacer en bienesculturales@iglesia.cl.
El Inventario debe ser guardado y revisado sólo por la Institución propietaria de los bienes. Es muy arriesgado darlo a conocer públicamente en redes de divulgación.
A veces para conservar hay que recurrir a la Restauración
Los Institutos religiosos deben exigir y supervisar que los restauradores respeten cuatro normas básicas:
1.- Proteger la veracidad pastoral e histórica de las obras: deben permanecer en el lugar en que fueron creadas, o lo más cerca posible; deben usarse materiales iguales a los originales: si es adobe, se repone el adobe, si es de piedra o madera, se repone el mismo tipo de piedra o madera.
2.- Usar los materiales de conservación y restauración más apropiados, de origen natural, y reversible. Hay materiales que deben de ser desechados, por ejemplo, el barniz Paraloid B72 para pinturas e imágenes, que después de un tiempo, oxida las pinturas.
3.- Registrar y entregar al propietario un Informe detallado de la restauración efectuada, incluyendo la descripción y marca de los materiales usados. Esto debe acordarse en el contrato y el propietario no debe pagar si no ha recibido ese Informe.
4.- Solo aceptar facturas o boletas del restaurador o del taller de restauración y no de terceros. Aceptar documentos de terceros es ilegal y expone a la institución religiosa a problemas judiciales.
Cuidemos el alma de la humanidad, y también las obras físicas de nuestra fe para que todas las generaciones acudan a ellas y continúen viviendo y propagando el amor y la gloria de Dios.
Oración del conservador y restaurador patrimonial
Dios creador, gracias por la oportunidad de restaurar este objeto que me fue confiado.
Ilumina mi mente y bendice mis manos para recuperarlo fielmente.
Será mi homenaje al autor, al donante y, si es una imagen, a quien ella representa.
Dame la humildad para sentir siempre la necesidad de aprender del que sabe más, compartir lealmente con mis colegas y saber recibir las críticas a mi labor.
Señor, haz que mientras restauro sienta la presencia y compañía de las personas a quienes esta obra ha inspirado y servido, y a quienes inspirará y servirá.
Que comparta sus penas, alegrías y esperanzas y así junto a ellos sea bendecido con Tu paz y serenidad espiritual en mi quehacer personal, familiar y profesional, así sea.
Órgano de tubos marca Flight en proceso de restauración
Fuente: Comisión Nacional para los Bienes Culturales de la Iglesia
Santiago, 26/05/2009
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