Hoy, 02 de marzo, la Iglesia conmemora el nacimiento para el cielo de la BEATA NGELA DE LA CRUZ GUERRERO GONZLEZ, (María de los ngeles, nombre de familia) quien descansara en el Señor en un día como hoy del año 1932 en Sevilla, España. Oriunda en 1846 de esta ciudad, fue religiosa fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Cruz. En 1982 el Papa Juan Pablo II le dio el honor de los altares declarándola Beata. Unidos, pues, a la Iglesia de las Hermanas de la Cruz en Sevilla, en donde con gran devoción se veneran sus reliquias y a la Iglesia de España, brindemos nuestro sincero aplauso a la Beata ngela de La Cruz.
Meditación
BEATA NGELA DE LA CRUZ: Recordar tu vida es ver a la joven que salió del pueblo y quiso consagrar su vida al pueblo. Nos da gusto entrar a tu hogar y verte rodeada de una familia de modesta condición económica pero rica, muy rica en virtudes cristianas. Da gusto. Y, ¿qué haces tú? Las cosas simples y comunes de un hogar. Ayudas en las tareas de la casa, en la costura, entre tantas cosas. Pero, hay algo en tu personalidad que atrae y motiva admiración. Una gran docilidad de carácter y una gran discreción. Siguiendo tu actividad diaria vemos que con frecuencia te apartas para poderte encontrar con el que amabas, con el Señor. Pasabas con Él largos ratos de oración, los que enriquecías con una frecuente mortificación. Fue así, como poco a poco, fue apareciendo en ti una clara inclinación a la vida religiosa. Tu primer deseo fue ingresar a las carmelitas, pero tu director espiritual, el famoso Padre Tomás Padilla, conocido como "el santero", por su fama de santo y de hacer santos, te orientó hacia las Hermanas de la Caridad a donde ingresaste. Pero tu salud no estuvo muy de acuerdo, porque al poco tiempo te obligó a abandonar el Instituto. Regresas entonces a tu casa paterna en donde te dedicas a atender a los pobres y hacer obras de caridad. Esto fue la semilla que dio un hermoso fruto. En 1975, siguiendo la orientación de tu director espiritual, fundas la Congregación de las Hermanas de la Cruz, con el carisma de atender preferentemente a los pobres, ancianos y enfermos. Humilde pero enérgica sabes infundir en tus hijas un intenso espíritu de mortificación y abnegación, junto con un amor preferencial por los pobres. La congregación se extendió rápidamente y llama mucho la atención descubrir en ellas que el espíritu de mortificación y una clara opción por los pobres y abandonados que su fundadora les dejó, esta aún vivo y latente.
Radio del Vaticano
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