Alrededor de 35 mil personas participaron en una alegre, emotiva y profunda expresión de fe por las calles del centro de Santiago, en la culminación del Mes de la Patria y del Bicentenario, actividad que tuvo su punto de partida y de culminación en la Plaza de Armas
El Día de Oración por Chile y la procesión de la Virgen del Carmen estuvieron presididos por el Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, acompañado de sus obispos auxiliares, Monseñor Andrés Arteaga, Monseñor Cristián Contreras Villarroel y Monseñor Fernando Chomali; del Obispo Castrense, Monseñor Juan Barros; vicarios, clero, religiosos y religiosas, diáconos y seminaristas.
Además, el Presidente Sebastián Piñera, recién llegado de Estados Unidos, se hizo presente al término de la procesión y antes de la misa para reiterar el compromiso por Chile hecho en el Te Deum, de “empeñarse para hacer de Chile una patria de hermanos”.
En la oportunidad, el Mandatario recibió la bandera que fue bendecida por el Cardenal y la izó junto a la Virgen del Carmen. La bandera, un ejemplar de 1926, le fue entregada por un grupo de niños y de personas de la tercera edad, simbolizando el pasado y futuro de Chile.
33 mineros desfilaron por sus colegas atrapados
La procesión se inició a las 16:00 horas y en ella participaron delegaciones de las Fuerzas Armadas y de Carabineros, encabezadas por un orfeón militar; comunidades parroquiales; colegios católicos, movimientos y nuevas realidades eclesiales; bailes religiosos; cuasimodistas y un grupo de 33 mineros de la División Andina de Codelco, que peregrinaron pidiendo por sus compañeros atrapados en el norte y recibieron a su paso el emocionado aplauso de la gente apostada en las veredas.
Los casi 35 mil asistentes blandieron constantemente banderas chilenas, las que fueron bendecidas por el Cardenal al inicio del recorrido y en la Plaza de al Constitución, y reemplazaron esta vez a los tradicionales pañuelos blancos para aclamar a la Virgen.
Tras la procesión, el Cardenal presidió la misa en el frontis de la Catedral, en cuya homilía desatacó la iniciativa de movimientos laicales de realizar 200 horas continuas de Oración y Adoración al Santísimo a partir del 18 de setiembre. “Ellos estaban implorando la bendición de Dios para todos los tiempos futuros. Es realmente una iniciativa muy hermosa la que ha culminado esta tarde. Celebramos a la Virgen del Carmen en el Día de Oración por Chile pensando en todos los que sufren en nuestra patria”.
Hacer de Chile una antesala del cielo
Luego, afirmó que “cada uno de nosotros tiene vocación para llegar a la plenitud del amor, a la plenitud de la paz, a la plenitud de la felicidad, para llegar al encuentro con Dios, que es el origen de nuestro amor, de nuestra paz y de nuestra felicidad”.
Agregó que nosotros también tenemos que colaborar, “para que esto que Dios quiere sea realidad, para abrir los caminos de nuestra patria y de su cultura, de manera que todos los chilenos puedan gozar algún día esa patria celestial plenamente, pero que en esta tierra tengan ya un reflejo de eso que Dios nos quiere regalar a todos en el cielo. Que también nuestra tierra sea un lugar de encuentro, de amor, de felicidad y de paz”.
Basándose en los textos bíblicos de la misa, el Cardenal afirmó más adelante que “vamos a estar junto a la Virgen María y a los planes de Dios, de manera que el príncipe de la mentira, del mal, de la enemistad, del odio no encuentre lugar en nuestra patria”, el Demonio, “que siempre trata de cortar las fuentes de nuestra vida, nuestro encuentro con Dios, con Jesucristo, de cortar el amor, la concordia”. Pidió que Dios siempre cuente con cada uno de nosotros, para comprometernos con Él en hacer realidad que Chile sea “la copia feliz del Edén”, que Chile “sea una mesa para todos”. Pidió también que la Virgen del Carmen “siempre nos conduzca al encuentro más profundo con Cristo, que nos haga misioneros a todos, para que nuestro pueblo tenga vida en abundancia”.
Gran acogida a la Vigilia de Oración
Antes de iniciarse la procesión, los organizadores de la Vigilia de Oración por Chile y Adoración al Santísimo durante 200 horas ininterrumpidas en la parroquia El Sagrario, entregaron al Cardenal los libros de firmas de los participantes, que llegaron a diez mil personas.
Sobre esta iniciativa, el Vicario de la Zona Centro, Padre Javier Manterola, se mostró impactado “del poder de Dios, de su gracia y de la necesidad que tenemos de rezar. Todo el tiempo esta Iglesia estuvo llena y en las noches llegaban grupos y más grupos, lo que habla de la necesidad que tenemos de adorar al Señor. Por eso, creemos que esto habrá que repetirlo, porque Dios lo está pidiendo”. Destacó también que el Espíritu Santo reúne todos los carismas. "Se han reunido 52 movimientos muy diversos y esto es obra del Espíritu Santo”.
Testimonios de los participantes
Oscar Ivazeta, uno de los mineros de Codelco dijo que “estamos acá rezando y haciendo una peregrinación por los 33 mineros atrapados, para que ellos también puedan tener fuerzas y sientan que aparte de la gente que está allá, de todo Chile y los demás mineros están apoyándolos. La gente nos ha aclamado durante todo el recorrido. No habíamos visto nunca algo así. Es impresionante. Es muy bonito que la gente vea el sacrificio de quienes trabajan en la minería”.
La Hermana Ángela Riquelme, del colegio José Domingo Cañas, de Quilicura expresó que vio “mucho entusiasmo y alegría en toda esta gente. Me impacta la fe de un pueblo, de un Chile muy unido. Estamos muy contentos de venir con una delegación de jóvenes a manifestar nuestra fe”.
Carmen, de la comuna de San Joaquín, participa todos los años en esta procesión y señaló que “esta vez estuvo más bonito, muy emocionante la presencia de mineros. Ojalá que los saquen luego”.
Andrés Aranda, de Ñuñoa, destacó “la restauración de la imagen de la Virgen, que quedó preciosa. Es tan bonito ver tanta gente dedicada a Dios y a la Virgen que nos guía por un camino de bien. Todo precioso”.
Fuente DOP http://www.iglesiadesantiago.cl/
Santiago, 26/09/2010
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