Se cumplen 480 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe

10 de diciembre, 2011. (Romereports.com) La Virgen de Guadalupe es patrona de toda América Latina. Con el paso del tiempo ha recibido muchos títulos entrañables como “La Morenita”, la “Patrona de las Américas” y la “Reina de México”. Su fiesta se celebra el 12 de diciembre, pero su apasionante historia se recuerda todo el año.


P. Nicola Tovagliari
Profesor Asistente, Ateneo Pontificio Regina Apostolorum
“Es el recuerdo de la aparicion de la Virgen de Guadalupe acontecida en Mexico en el Tepeyac y que se presenta como Madre de Dios verdadero y madre de todos los hombres”.

En Ciudad del México, en el lugar de las apariciones, está la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, la más visitada del mundo. Recibe cada año 20 millones de personas. Su historia comenzó en el año 1531.

El sacerdote Nicola Tovagliari la relató en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum: la Virgen de Guadalupe se apareció a un hombre muy pobre, un indígena llamado Juan Diego. La Señora le pidió que se construyera un santuario. Pero el obispo no le creyó, por lo que le pidió una señal.

P. Nicola Tovagliari
Profesor Asistente, Ateneo Pontificio Regina Apostolorum
“En él quiere manifestar todo su amor, todo su cuidado, toda su cercanía maternal y le dice: “No te preocupes, aquí estás entre mis brazos y bajo mi manto”. Yo creo que ese cariz de la Virgen de Guadalupe es lo que hace enamorar a todos los hombres y en especial a Latinoamérica”.

A pesar de que era invierno y no había flores, la Virgen le dijo que subiera a lo más alto de la colina, donde encontraría unas rosas. Las recogió y las llevó en su manto. Cuando se las entregó al obispo, en el manto se había grabado la imagen de la Virgen.

Allí parecía diferente de todas las imágenes tradicionales: el tono de su piel era oscuro, mestizo, una mezcla de sangre indígena y española. Los mexicanos la reconocieron como “una como ellos”.

P. Nicola Tovagliari
Profesor Asistente, Ateneo Pontificio Regina Apostolorum
“Hay que recordar y distinguir que el evento, el hecho guadalupano no es simplemente la imagen, sino una presencia y es la presencia de la Madre de Dios cerca de cada uno de sus hijos, los hombres. Y es eso que se venera como la presencia de una mamá viva y presente”.

En 1990, durante un viaje de Juan Pablo II a México, el Papa declaró beato al indio Juan Diego. Y en 2002, le hizo santo.

Este año, el 12 de diciembre el papa Benedicto XVI celebrará una Misa en honor de la Virgen deGuadalupe en el Vaticano. Allí anunciará su próximo viaje a México y Cuba.