A principios del siglo XX, se desató una fuerte persecución contra los católicos en este país. La Iglesia, para pedir a Dios la paz construyó en 1920 un monumento al Sagrado Corazón. Ocho años más tarde el monumento fue bombardeado por el Gobierno, coincidiendo con la expulsión de los sacerdotes.
Raymundo Domínguez González
Seminarista méxicano
“Se destruye esto y Plutarco Elías Calles como para callar el reclamo de la gente expulsa a los sacerdotes, a los obispos, cierra templos, profana los templos”.
En 1942, casi 20 años más tarde, el obispo de León hizo construir la actual imagen del Cristo Rey.Esta vez se situó a más de 2.500 metros de altura, en la cima del Cerro del Cubilete en señal de la victoria por la libertad.
Raymundo Domínguez González
Seminarista méxicano
“El Cristo está con los brazos abiertos. Tiene una medida de 20 metros de altura, 80 toneladas, es de bronce. Algo que me llama mucho la atención de esta estatua es que a los pies tiene dos angelitos: uno que lleva la corona de espinas y uno con una corona real”.
La primera simboliza el sufrimiento de los mártires, y la segunda la victoria del pueblo. Además recuerdan que Jesús murió en la Cruz y es Rey de universo.
La Basílica es uno de los principales destinos de peregrinación, un lugar de oración con exposición perpetua del Santísimo y donde ya preparan el recibimiento al Papa.
Raymundo Domínguez González
Seminarista méxicano
“Saber que el Papa está allá y todos los mexicanos estarán unidos para rezar y para pedir la bendición de Dios para continuar. Creo que el sacrificio que están haciendo valdrá la pena y están muy contentos”.
Raymundo no podrá estar durante la visita porque está estudiando en Roma para ser sacerdote. Sin embargo, su familia ya ha alquilado un autocar para que nadie se quede sin ver al Papa.
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