Un duro choque entre el obispo de Fiésole y la congregación “tridentina” León XIII, cuyo superior, «arzobispo de Londres», no está en comunión con Roma y lanza anatemas
ANDREA TORNIELLICIUDAD DEL VATICANO
A menudo la prensa se ocupa de las negociaciones entre la Santa Sede y la Fraternidad San Pío X, fundada por monseñor Lefebvre (que consagró sin el mandato pontificio a cuatro obispos en 1988 que incurrieron en la excomunión, misma que fue cancelada por Benedicto XVI en enero de 2009). En cambio, se habla y se sabe mucho menos de los cientos (según algunos, mil) de «episcopi vagantes» que recorren el mundo: obispos consagrados de forma válida pero ilícita, que tienen la sucesión apostólica pero que no están en comunión con el Papa y, consecuentemente, son formalmente cismáticos.
En estas semanas, llamó la atención el caso que sucedió en la diócesis de Fiésole, en donde el obispo Mario Meini disolvió con un decreto la asociación privada de fieles “Clarisas del Corazón Inmaculado de María”, una comunidad monástica nueva que nació en 2008 y asentada en el convento de San Francisco en San Giovanni Val d’Arno (en la Toscana italiana), gracias a la generosidad de los franciscanos.
En el decreto se citan las protestas de algunos fieles y franciscanos, así como ciertos proyectos inmobiliarios que «han suscitado muchas perplejidades». Los colaboradores de las monjas respondieron mostrando una carta autógrafa del obispo Meini en la que autorizaba la ayuda a la nueva comunidad, y dijeron que las verdaderas razones del enfrentamiento son otras y tienen que ver con la situación del clero diocesano.
De cualquier forma, el episodio que desencadenó el choque fue la hospitalidad que las monjas ofrecieron al obispo David Bell (prelado que firma con el título de “Eminencia”, como los cardenales, además de «arzobispo de Londres»), superior de la Congregación León XIII, un grupo tradicionalista que sigue la liturgia tridentina y que cuenta con un buen número de obispos (por lo menos unos veinte fueron consagrados por el mismo Bell).
El «arzobispo de Londres» celebró en el monasterio de San Giovanni Val d’Arno una ordenación diaconal, confiriendo las órdenes a dos italianos: Michel Upmann (periodista y vocero de la congregación León XIII en Italia) y Antonio Fabbroni. Ambos habrían sido también ordenados sacerdotes por el mismo superior de la congregación.
Después de haber averiguado con la ayuda de la Secretaría de Estado y la Congregación para la Doctrina de la Fe, que Bell no es un obispo católico, la reacción del obispo Meini fue inmediata: publicó un comunicado en el que cita las palabras del ex Santo Oficio que recuerdan que Bell incurrió en el «delito de cisma» y que él, así como los dos ordenados, tambi’en incurrieron en la excomunión.
En los comunicados del obispo Meini no se pone en duda la validez de la ordenación episcopal «del Sr. David Bell», pero se recuerda que no está en comunión con el Papa. No tardó en llegar tampoco la respuesta de Londres, ofendida y muy dura: «el arzobispo» Bell preparó en pocas horas un «anatema» en contra del obispo Meini, pidiendo a Dios que perdone «sus errores» y citando los cánones del Concilio de Trento sobre la validez de la ordenación episcopal. En otro documento, para aumentar la dosis, el mismo Bell indicó que está convencido de que Meini es un obismo malo, «que lleva la mitra de Satanás».
Pero, ¿quién es Bell y qué es en realidad la Congregación León XIII? Bell es un inglés de 42 años que fue ordenado sacerdote y después obispo en el ámbito de la ICAB, la “Iglesia Católica y Apostólica Brasileña”, un grupo que se formó durante la década de los 30 en Brasil con sacerdotes y obispos que no querían seguir las enseñanzas de Pío XI contra el comunismo. Con el pasar del tiempo, la ICAB se acercó a algunas posiciones vetero-católicas que no reconocen el dogma de la infalibilidad papal indicado en el Concilio Vaticano I y abriendo la posibilidad para los sacerdotes casados. Hoy, la ICAB tiene varios obispos y diferentes comunidades en Brasil, que celebran nuevos matrimonios para los divorciados.
Fue el superior de la ICAB, Luis Fernando Castillo Méndez, el anciano “patriarca” impropiamente llamado “cardenal”, el que consagró como obispo a Bell en 2006, a quien también habría proclamado “cardenal” en 2009, poco antes de morir. Méndez tuvo algunos contactos con la Santa Sede al final de la década de los 80, pero no aceptó la mano que le ofrecía Juan Pablo II.
En YouTube se puede ver la ceremonia de consagración de Bell. Los sitios web de la Congregación León XIII (tanto a nivel internacional como a nivel local italiano) publican constantemente fotografías de Bell mientras besa las manos de Benedicto XVI durante una audiencia que tuvo lugar en junio de 2011. También publican una foto de la que se deduciría que el mismo Bell, en compañía de otro obispo de la congregación, habría concelebrado en Plaza San Pedro.
Las imágenes de “Su Eminencia el arzobispo de Londres David Bell” con Benedicto XVI sirven para indicar que los obispos de la León XIII son católicos y romanos, además de fieles al Papa. En el sitio también incluyen el pergamino con la bendición de Ratzinger a Bell, bendición que, como se sabe, puede obtener cualquier fiel mediante la Limosnería Pontificia o en las tiendas autorizadas que se encuentran alrededor de San Pedro. Sin embargo, basta leer atentamente los documentos publicados en el sitio web internacional para darse cuenta de que se trata de obispos que no están en comunión con Roma.
Vatican insider
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