El cardenal Ruini fue recibido por el Papa y la comisión ha escuchado a todos los videntes en el Vaticano
ANDREA TORNIELLICIUDAD DEL VATICANO
Todavía quedan seis o siete meses de trabajo; luego, antes de que termine el año, la comisión internacional que se ocupa sobre las apariciones de Medjugorje (presidida por el cardenal Camillo Ruini) terminará sus trabajos con un pronunciamiento que será sometido a la Congregación para la Doctrina de la Fe y después al Papa Benedicto XVI. Esta mañana, el cardenal fue recibido por el Papa para discutir sobre el desarrollo de la investigación.
Cuando Ratzinger instituyó este grupo de trabajo, en 2010, el director de la Sala de prensa de la Santa Sede dijo que «no es la comisión misma la que toma las decisiones, ni pronunciamientos definitivos, sino que esta ofrece el resultado de su estudio, su voto -como se dice en términos técnicos- para la Congregación que después adoptará las decisiones del caso».
Cuando comenzaron las apariciones de Medjugorje se creó una comisión diocesana, que después pasó a manos de la Conferencia episcopal de la entonces Yugoslavia, pero que nunca logró pronunciarse sobre los fenómenos, y concluyó, en 1991, con la siguiente declaración: «non constat de supernaturalitate», es decir que no consta lo sobrenatural. Se trata de la clásica expresión prudente que se usa en ausencia de obispos capaces de aprobar o de rechazarlo, signo de que no había elementos suficientes para decir un “sí” definitivo, y tampoco había pruebas de que se tratara de una estafa como había sostenido el obispo de Mostar.
El veredicto quedó suspendido, dando paso a otras investigaciones: no es ni “sí” ni “no”. En el primer caso, de hecho, la declaración afirmaría que «consta» lo sobrenatural. En el segundo caso, el negativo, afirmaría que «consta lo no sobrenatural», es decir que no se trata de un fenómeno que va más allá de lo natural.
Había habido obispos de Bosnia-Herzegovina que pedían que la Congregación para la Doctrina de la Fe se ocupara de la situación. Y así, son 6 los cardenales que conforman la comisión: además del ya citado Ruini, están el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos (el salesiano Angelo Amato), Josef Tomko (Prefecto Emérito de Propaganda Fide), Vinko Puljic (arzobispo de Sarajevo), Josip Bozanic (arzobispo de Zagreb) y Julián Herranz (Presidente Emérito del Pontificio Consejo para los textos legislativos). Al lado de ellos, también trabajan teólogos y expertos en mariología.
Como se sabe, el obispo de Mostar se había declarado decididamente contrario a las apariciones en su jurisdicción diocesana (en la que se encuentra Medjugorje), desde las primeras apariciones de 1981. También se mostraba contrario su sucesor, Ratko Peric. Recientemente algunos documentos que han surgido de los archivos demuestran que los servicios secretos del régimen comunista yugoslavo había tratado de influir negativamente en las autoridades eclesiásticas de la época.
La comisión que dirige Ruini se ha entrevistado con todos los videntes, en secreto, en Roma. Los encuentros se llevaron a cabo en una sala de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en donde se encuentra protegido el archivo del grupo de trabajo. Los miembros de la comisión predisponen con anticipación las citas, de manera que todos puedan estar presentes. Así, a partir de junio del año pasado, se han escuchado e interrogado a los videntes: primero Ivanka, después Vicka y, a fines de 2011, Mirjana y Marja (por separado). En estos últimos días fue el turno de Ivan y Jakov.
El cardenal Vinko Puljic, en una declaración reciente, anunció la conclusión de los trabajos antes de que termine el año. Por ahora no es posible prever cuál será el veredicto final. Los videntes han hecho, en general, una buena impresión ante los comisarios. Pero el resultado que se considera más probable (por el momento) en los palacios sacros es que se dé una repetición del juicio suspensivo de 1991, el «non constat de supernaturalitate», sin una posición favorable o desfavorable al respecto.
Las apariciones, que comenzaron el 24 de junio de 1981 siguen todavía, aunque limidatas, para algunos videntes que aseguran que han encontrado y que encuentran a la Virgen a una hora determinada del día, en donde se encuentren. María, que se define como «Reina de la Paz», habría comenzado a aparecer en una parroquia de franciscanos, y el pueblo de Medjugorje (que es bastante inalcanzable incluso hoy en día) ha atraído a millones de personas, a pesar de las públicas amenazas de los obispos de Mostar. En 1998, el entonces secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Tarcisio Bertone, aclaró que el peregrinaje estaba permitido, «con la condición de que no se consideren como una autenticación de los sucesos en curso y que requieren todavía un examen de la Iglesia». Muchas personas atestiguan que han encontrado de nuevo la fe y que regresaron a casa muy cambiadas de Medjugorje.
Vatican Insider
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