Reino Unido; se enciende el debate sobre temas éticos

Las Iglesias y el estado se enfrentan sobre las «leyes de igualdad» en relación con la posibilidad de adoptar para las parejas homosexuales

GIACOMO GALEAZZI
CIUDAD DEL VATICANO

«Cristianos como musulmanes». No solo Obama tiene problemas con los católicos por la inclusión de anticonceptivos en los seguros sanitarios. En el Reino Unido, Trevor Phillips, director de la comisión para la paridad y los derechos humanos, criticó abiertamente a las confesiones cristianas que no aceptan las «leyes de igualdad», como la que permite que los homosexuales adopten niños. Trevor Phillips sostiene que cambiar las leyes según los deseos de losc ristianos sería como aceptar que se introduzca en Gran Bretaña la Saharia que piden algunos grupos musulmanes. La dirigente del “Christian Legal Centre” del Reino Unido, Andrea Minichiello Williams, ve en las declaraciones de Phillips la persecución de los cristianos en la vida pública. «Es el comienzo de una tiranía –denunció a la Catholic news agency. Phillips es ingenuo, no parece vivir en la misma Inglaterra en la que vivo yo. En una reciente entrevista con el periódico “The Telegraph”, de hecho, sostuvo que los inmigrantes musulmanes se estaban integrando en la sociedad inglesa mejor que cualquier población cristiana y que las prácticas de adopción católicas eran más discriminantes que los tribunales que se basan en la Sharia».

Phillips había especificado que los creyentes no deben esperar excepciones con respecto a la “Equality Act” de 2010, con su lenguaje sonbre la orientación sexual. Williams, cuya ente se ocupa de la defensa de los derechos de los cristianos británicos en la esfera pública, declaró que las raíces cristianas de su país hicieron posible que Inglaterra fuera una «tierra de gran libertad en donde se respeta la “libertad de consciencia”». Además, «hemos visto arrancar todo esto con el programa de Paridad de oportunidades, que es la política que sigue Trevor Phillips», indicó Williams. «El secularismo, según este programa, no es es neutral. Castiga al disidente». También indicó que el programa de Paridad de oportunidades, que empezó con el mandato de Tony Blair, «parece una utopía, pero, en los hechos, conduce al comeinzo de una tiranía». Y especificó: «Lo que Mr. Phillips tendría que hacer es venir a pasar un día en el “Christian Legal Centre”, ver los casos y la discriminación que hay en general».

Como el caso de Shirley Chaplin, la enfermera a la que se le había dicho que se quitara la cruz que llevaba en el cuello, después de haberla usado por 38 años de servicio en urgencias. En cambio «ha habido excepciones para los musulmanes, con sus largos hiyabs». En el South London Council dejan a los musulmanes rezar cinco veces al día, pero a los cristianos no les permiten tener calendarios cristianos en sus escritorios. Como el caso de Eunice y Owen Johns, una pareja de ancianos pentecostales: no fueron aceptados como padres adoptivos, a pesar de su experiencia, porque no aprobanan la homosexualidad. «La comisión de la Paridad de oportunidades intervino en ese caso. E intervino en contra de los cristianos», hizo notar Williams: «Han intervenido en muchos otros casos importantes. Pero nunca han intervenido en contra de los musulmanes. Solo han intervenido en los casos en los que había cristianos invloucrados para ponerse en su contra».

«Esta no es igualdad. Esta es desigualdad. Hay un servilismo generalizado para con el islam, y, al contrario, se suprime el cristianismo». Observó Williams. Por ello, «está devastando nuestra sociedad la idea de hacer un hueco a la Sharia, de aceptarla para luego decir que las agencias de adopción católicas, que creen que un niño necesita una madre y un padre casados, deben cerrar». Williams dijo que la persecución agresiva del secularismo en Inglaterra está creando un «vacío» que los musulmanes radicales podrían aprovechar. «El islam radical tiene un programa preciso en esta nación, y está trabajando duro», puntualizó.

Por su parte, el presidente de la comisión para la igualdad racial, Trevor Phillips, considera que «debemos alcanzar el objetivo de una sociedad integrada, en la que todos sean iguales frente a la ley y que haya determinados valores comunes». Con los jóvenes musulmenes, subraya el periódico conservador inglés “The Times”, «lo primero que hay que hacer es llamarles británicos: repetirles que son musulmanes y que lo acepten. Pero debemos explicarles que deben comportarse según las reglas del pueblo británico, lo cual implica la exclusión del terrorismo». Por ello, «es necesaria la afirmación de un núcleo fuerte de “britanicidad”». El Reino Unido, desde los años sesenta, hizo del multiculturalismo una bandera, justamente porque vive un fuerte flujo migratorio desde las ex colonias. Phillips puntializa: «Londres sabe que necesita a los inmigrantes, sean managers estadounidenses o carpinteros eslovacos. Hay que asegurarse de que los temas de la inmigración y del derecho de asilo no sean puestos en discusión al mismo nivel de los raciales». Phillips subraya que los creyentes, en cuanto individuos, pueden esperar que su Comisión defienda su derecho de celebrar el culto y de creer en lo que quieran. Asegura que forma parte «integral del pacto fundador de una democracia liberal» el hecho de que los individuos no sean castigados o tratados con discriminación por «ser anglicanos, musulmanes o metodistas o judíos». ¿Y católicos?, le preguntó la abogada Williams...

Vatican Insider