Meditando con los santos y beatos del día: SANTO ROBERTO SOUTHWELL Y BEATO TOMÁS PORTMORT

Hoy, 21 de febrero, la Iglesia conmemora el nacimiento para el cielo de SAN ROBERTO SOUTHWELL quien sufriera el martirio en un día como hoy del año 1595 en el Tyburn, Londres, Inglaterra. Oriundo de Norfolk, fue religioso sacerdote de la Compañía de Jesús. En 1970 el Papa Pablo VI le inscribió en el catálogo de los santos, junto con otros 10 mártires jesuitas, en un grupo de 40 mártires de Inglaterra y Gales. Hoy también la Iglesia conmemora al BEATO TOMAS PORTMORT, conocido con el sobrenombre de "Withgift", quien sufriera el martirio también en un día como hoy del año 1592 en Saint Pauls, Londres, Inglaterra. En 1987 el Papa Juan Pablo II lo declaró beato, junto con otros 83 mártires de Inglaterra y Gales. Unidos, pues, a esta Iglesia y a cuantos sufren por ser fieles al Romano Pontífice y a la Iglesia Católica, brindemos nuestro devoto aplauso a San Roberto Southwell y al Beato Tomas Portmort.
Meditación
QUERIDO SAN ROBERTO SOUTHWELL: tu fuiste uno de los jesuitas, que en medio de una despiadada persecución contra los católicos, que se desató en Inglaterra, tu patria, supo ser fiel a Cristo y a la Iglesia. Ingresas a la Orden de la Compañía de Jesús cuando tenías 19 años y después de ser ordenado sacerdote empiezas a trabajar clandestinamente en Londres. Todo iba bien hasta el día en que un traidor descubrió que eras sacerdote católico y te denunció. Por tres años vives en una fría cárcel, siendo torturado en 13 oportunidades. Pero ninguna de estas fue suficiente para debilitar tu fe católica. Al contrario, la cárcel les sirvió de estímulo a ti y a tus compañeros, para un mayor compromiso en la vida religiosa. Así, fueron poco a poco llenándose de ilusión hasta dar orgullosos el paso final del martirio. Pero ni aun en los momentos más difíciles, perdieron Ustedes el fino sentido del humor inglés. Cuando les llegó la hora de ser ajusticiados, dieron el mismo testimonio que dieron todos los otros mártires Jesuitas, desde el primero, Edmundo Campion, hasta el último, David Lewis: «Sepan que soy católico, soy sacerdote católico, soy sacerdote católico romano, pertenezco a la orden llamada Compañía de Jesús. Me han condenado a muerte por decir Misa, oír confesiones, administrar los sacramentos y ser fiel al Papa». Radio Vaticano