"Tarde o temprano todo esto va a aparecer"
"No todo el mundo era consciente de
estar pagando un chantaje"
Francisco González Tena es sociólogo y desde hace años, investiga la presunta trama de adopciones irregulares durante el Franquismo, los casos de bebés robados. A su juicio, la trama de adopciones irregulares degeneró. "Al principio se hacía por ideología, interesaba que los hijos de algunas chicas fueran a parar a una familia bien y 'de orden'. Luego, entró el mercado puro y duro, la demanda creó la oferta y si alguien quería un niño, se le buscaba". Lo entrevista C. Lago enDeia.
Usted ha puesto el dedo acusador directamente sobre la Iglesia.
La implicación de la Iglesia ha sido una constante. En alguna documentación aparece la implicación de la Iglesia en cosas importantes como la anulación de un bautizo, una nota marginal donde consta que se hace por orden del vicario. También tengo información en la que aparecen tres bautismos de un mismo chico, dos con un nombre normal y otro con un nombre que parece supuesto. El obispo de San Sebastián dijo que no tenían nada que ver. Munilla puede decir lo que quiera pero la Iglesia Católica ha estado implicada.
¿Como institución o con personas vinculadas a título individual?
Hablo de archivos eclesiásticos que contienen información valiosa para una investigación. De hecho, hasta hace poco la partida de bautismo era un documento esencial para ciertas gestiones.
¿Tendrá que rendir cuentas?
Cuando el tema se concrete un poco más, tendrán que dar cuenta al Ministerio Público. Pero, tarde o temprano, todo esto va a aparecer, así como la implicación de registradores, de funcionarios, de enfermeras, de médicos, de monjas y de personas desaprensivas.
¿Habla de los padres adoptivos?
No, no creo. Había personas de buena fe, a los que pedían un dinero y creo que les decían que era para gastos médicos, papeleo, traslados o incluso limosnas... No todo el mundo era consciente de que estaba pagando un chantaje. Aunque el precio algunas veces ascendía a tres millones de pesetas.
¿Cómo es posible que con tantos implicados y tantos años de actividad haya existido ese mutismo?
Por un lado, existía un marco jurídico que amparaba estas actuaciones. Hasta casi 1999 había una serie de leyes de adopción que dejaban mucho que desear y protegían más a los adoptantes que a los adoptados. La sociedad sabía lo que estaba sucediendo. En el año 68 o en el año 72, si en la cola del pan había un alma que se lamentaba de no poder tener hijos, siempre había alguien que decía pues no te preocupes, te diriges a fulanita, que es una monja que está en tal hospital y seguro que te encuentra un niño...
¿De verdad eso era conocido?
De hecho, las personas que se molesten en rastrear las hemerotecas se van a encontrar con la sorpresa de que ya en el 65 empiezan a salir noticias sueltas, al principio muy pequeñas, de que había una matrona en un chalé de Palma de Mallorca que gestionaba o vendía niños. Estas cosas ocurrían, pero sucedían en un país en el que había cosas más importantes que solventar.
RD
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