Pontificio Instituto de Música Sacra, más de cien años de melodías

28 de Febrero. (Romereports.com) Basta cruzar las puertas de este edificio para escuchar sonidos de piano, clarinete, violín, órgano y coros a cuatro voces. Estamos en el Pontificio Instituto de Música Sacra, una escuela musical fundada por Pío Xque abrió sus puertas el 3 de enero de 1911, hace más de cien años.


Hoy entre sus muros estudian casi 150 alumnos de los cinco continentes. Muchos de ellos residen en este centro de estudios.

Desde hace casi 15 años, la administra el español Alfonso Luna, quien durante todo este tiempo ha dado alojamiento a más de 600 personas.

Mons. Alfonso Luna
Administrador residencia, Pontificio Instituto Música Sacra
“Para todos los chicos o sacerdotes que vienen a estudiar música sacra tenemos una pequeña residencia, un colegio internacional, de todo el mundo. Son chicos o sacerdotes, sobre todo, pues de México, de Corea, algún africano, de Centro Europa, españoles, italianos... Creo que he tenido de todo el mundo”.

Alumnos de todo el mundo que reciben clase de canto gregoriano, órgano, composición musical o dirección de coro. Un apoyo a estos estudios es la biblioteca, con más de 32.000 libros, revistas y, por supuesto, discos; o tesoros como este antifonario franciscano del siglo XIII.

Los alumnos y profesores son de distintas nacionalidades. Pero, aunque pueda parecer que es una Torre de Babel, todos hablan una mismo idioma: el lenguaje musical.

Walter Marzilli
Profesor de Dirección de Coro (Italia)
“Aquí se da clase de dirección de coro desde 1991. Yo llevo más de 20 años impartiendo aquí esta materia a alumnos que vienen de todo el mundo, de todos los continentes, y que cada año aumentan”.

Theo Flury
Profesor de Órgano (Suiza)
“Los estudiantes que vienen aquí lo hacen con gusto. Porque quien viene tiene que hacer un gran sacrificio, viniendo de otro país y haciendo un gran esfuerzo económico. Todo eso hace que estén motivados para estudiar”.

Según muchos, aquí estudia la élite mundial de la música sacra. Los estudiantes tienen carrera superior en sus países y vienen a Roma a completar su formación.

Francisco José Carbonell
Estudiante de Composición (España)
“La cosa que más diferencia a este instituto de otros conservatorios es justamente el trasfondo religioso que tiene. Es decir, hay un motivo por el cual se hace música, se dirige, se compone, se escribe o se toca, que es justamente el alabar a Dios y servir a la liturgia”.

Marialuisa Veneziano
Estudiante de Órgano (Italia)
“Al estudiar las obras de Palestrina, de Tomás Luis de Victoria o de otros grandes polifonistas de los siglos XVI y XVII, uno eleva su espíritu a la comprensión del infinito. Algo que en otro instituto musical, de igual dignidad que este pero con un temario distinto, no se llegaría a obtener”.

René Javier Hernández
Estudiante de Canto Gregoriano (Puerto Rico)
“Es sorprendente ver cómo llegan aquí estudiantes de países muy lejanos que no tienen nuestra tradición, que no conocen ni siquiera el latín y, sin embargo, están interesados en aprender el canto gregoriano para llevarlo a sus tierras, a China, a Japón, a Singapur. Hay muchos estudiantes también de África y de distintas partes del mundo que están interesados específicamente en el canto gregoriano”.

La música sacra nunca deja de sonar en este lugar. Incluso hay clases y conciertos los fines de semana. Mientras haya estudiantes como estos, el futuro del canto gregoriano, de la polifonía o del órgano está garantizado.