Friday, October 30, 2015

¿Hacia dónde nos marca el rumbo el Espíritu Santo?


II Congreso Continental de Teología de Amerindia


La silenciosa muerte "gota a gota" de los inocentes, de los pobres y de las víctimas


(Raúl Juárez, enviado especial a Belo Horizonte).- Ya nuestro amigo y colega Luis Miguel Modino, enviado especial a Belo Horizonte por RD ha cubierto el II Congreso Continental  de modo excelente.
Coberturas similares pueden encontrarse tanto en la página propia de Amerindia Continental y en otras páginas similares y seguro este evento va a provocar una onda expansiva.
Por lo tanto voy a centrarme en contarles lo que para mí, como participante y nuevo miembro de Amerindia Argentina he podido ir recogiendo.
Un congreso de este tipo, que pretende unir fe y vida, con personas marcadas por una praxis, muchas veces dolorosamente llevada a cabo, con una iglesia surcada por la lucha hasta el martirio, y sobre todo por lasilenciosa muerte "gota a gota" de los inocentes, de los pobres y de las víctimasen su no-vida cotidiana, no se puede reducir a los grandes ponencias magistrales. La vida se quiere escurrir elusiva del papel. Por eso pretendo compartir algunas cosas de lo que me yo me llevo para la vida.
Antes de continuar, tal vez sea bueno recordar a los lectores que Amerindia es un colectivo de teólogos y teólogas, que asesoró de muchas maneras a la Iglesia Latinoamericana y a otras iglesias locales y continentales, y que es protagonista, sujeto importante en la recepción creativa del Concilio Vaticano II.
Tuvo participación decisiva, a través de peritos, obispos delegados y por otros medios en las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano (la página oficial de Amerindia Continental dice "Amerindia tuvo su origen en 1978 con motivo de la preparación de la Conferencia de Puebla, como un grupo de teólogos asesores de los Obispos. Ese mismo grupo realizó un trabajo parecido en la Conferencia de Santo Domingo en 1992 y en el Sínodo de Roma en 1997. Después de este Sínodo, Amerindia se transformó en una red más amplia de Obispos, teólogos/as, comunicadores/as, educadores/as, cientistas sociales, religiosos/as y laicos/as comprometidos con la Iglesia y con los nuevos movimientos y actividades sociales.
Desde el inicio nos propusimos ser fieles a nuestra tradición eclesial y ser fieles al "método ver, juzgar, actuar... y soñar"...
Verdaderamente tuvimos que otear mucho para descubrir los grandes signos que marcan nuestro tiempo, tanto dentro como fuera de la Iglesia. Y aún queda mucho por hacer en esto.
Comenzó Leonardo Boff aportando sobre el "El factor religioso en el contexto de la conflictividad global" .Ya sabemos que existen varios tipos de violencias. Con tono profético, partió de una descripción de los diversos fundamentalismos, desnudando algunos de ellos muy velados, hasta llegar a determinar cómo esta pretendida hegemonía en la posesión de la verdad puede llegar al punto de la intolerancia y hasta al uso de la violencia tentado amordazar por el temor los pensamientos divergentes.
Un punto sobresaliente, Boff reconoce que nuestra humanidad con su estilo de vida fuedestruyendo el "sistema vida" en todo el planeta, y cómo con esto ella va empujando el todo hacia una gran crisis mayor, no sólo humanitaria sino mayor aún, la cual terminará resolviéndose con lo que Leonardo mismo llamó de "capital espiritual".
Es decir, que al juego de fuerzas internas a nuestra sociedad y cultura actuales, va a ser difícil ser superado, pues no hay signos de reacción frente al extremo al que ha llegado. Sin embargo, luego de una gran crisis, que como sabemos en tu raíz etimológica tiene el sentido de criba, de superación y de renovación, lo que pueda probablemente salvar a la humanidad, y a nuestro mundo, sea justamente ese Capital Espiritual. Concluyó citando para expresar de modo más gráfico el profundo vínculo que une a la humanidad con la tierra, al gran folklorista, poeta, cantautor Atahualpa Yupanki, quien supo cantar "EL Hombre es Tierra Que Anda". Esto preanuncia alguna próxima entrega de Leonardo, alguna publicación ampliando en qué consistiría este "Capital Espiritual".
Juan Luis Hernández, politólogo mexicano, fundador y director de la Catedra Latinoamericana Ignacio Ellacurría, hizo un somero pero profundo análisis de la realidad latinoamericana en contexto global. Las estadísticas lanzan elementos significativos. Hay signos definitivamente positivos, esperanzadores y otros no, y otros tantos ambiguos, o mejor aún, paradójicos. Por ejemplo en América Latina hay menos pobreza, pero mayor desigualdad, llegamos a la conquista de la democracia pero tenemos "estados fallidos".Conviven el hambre y la obesidad morbosa que pone en jaque los sistemas de salud pública y las economías nacionales. Una pregunta angustiante, dado que somos una región muy rica en recursos, pero paradojalmente, las grandes capitales irán teniendo graves problemas de agua, primeros síntomas de esto están teniendo ya las megápolis de los Angeles, y la húmeda y verde São Paulo, que están racionando el consumo de agua a sus pobladores. Esto nos hace plantear
¿Quién controlará el agua y los alimentos hacia el 2030? Otra marca importante a mi parecer es la gran movilidad humana, que va produciendo muchas trasformaciones culturales junto al avance tecnológico de los medios de comunicación. Existe una gran pluralidad, una paulatina revolución de la mentalidad, por lo que Hernández propone decididamente, una "mística de la articulación".
Al analizar la realidad eclesial actual, Cecilia Tovar de Perú, fue repasando los grandes pilares heredados del Concilio Vaticano II, enmarcando que es conocido que después de cada Concilio Ecuménico hubo períodos postconciliares marcados por tensiones y desencuentros por lo menos por un lapso de 50 años posteriores, y que por lo tanto estaríamos según este presupuesto llegando a una etapa de síntesis y diálogo.
El testimonio de Juan Hernández Pico, jesuita y testigo directo, conocedor de primera mano del martirio de Ellacurría y los jesuitas de la UCA de El Salvador, al traspasarnos los detalles vivos de los acontecimientos del martirio de los jesuitas, nos trajo a la memoria la riqueza martirial con la que ha sido marcada nuestra búsqueda del seguimiento de Jesús, aquí y todos estos ya 50 años posteriores al Concilio hasta hoy. No se menciona suficientemente que además hay otros muchos sacerdotes diocesanos que fueron asesinados en El Salvador por la misma causa, y nuna denunciaremos suficientemente los otros miles de miles laicos y laicas, creyentes o creyentes o no, cruelmente masacrados por la misma causa del reiono de Dios. Nosotros hoy somos herederos de esta viva tradición. Ni la sangre de Jesús ni la de todos nuestros mártires ha sido derramada en vano.
MI conclusión parcial de este primer "ver desde la fe": estamos a la puerta de un gran conflicto, la violencia en nuestras ciudades ha ido en aumento, fruto en gran parte de la desigualdad imperante en nuestra sociedad y de la insatisfacción vital del tipo de vida que se lleva en nuestras sociedades. Los recursos básicos irreversiblemente van a ser escasos en poco tiempo. Los estados no van a ser capaces de satisfacer los derechos básicos de sus miembros. Y la Iglesia, principalmente en su jerarquía eclesiástica, no da signos de superar su autoreferencia, es decir, aún no da signos de superar sus conflictos hacia adentro y continúa sin responder a la pregunta sobre su propia identidad. Así, cabe preguntarnos ¿Hacia dónde nos marca el rumbo entonces el Espíritu Santo?
Este es la primera entrega, continuaré y concluiré en la próxima entrega. Esta segunda parte nos lleva a los principales criterios teológicos que inspirarán futuras praxis y reacciones teológicas.
RD

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