A la mañana siguiente la gente mira, se para, comenta. A unos les parece una provocación, otros hablan de ortografía, éste critica a quien lo pintó, aquel se fija en el mensaje. Lo cierto es que, guste o no, a pocos deja indiferentes.
Quizá no esté del todo mal que alguien (aunque sea con medios poco ortodoxos) nos recuerde a principio de curso –cuando todo son proyectos- que tenemos que tener fe en nosotros. Eso sí, cada cual pondrá a este mensaje su propio acento y conviene completar la fe en uno, con la confianza de que hay otro que va a recorrer el camino conmigo y que tiene más fe en mí que la que tengo yo mismo.
DCuesta sj
pastoralsj
No comments:
Post a Comment