Saturday, October 10, 2015

Sínodo. Un tweet no hace verano por Sandro Magister, vaticanista


Nunca han sido tan secretos los trabajos de la asamblea. Las noticias proporcionadas por los canales oficiales son inservibles. E inexistentes las traducciones para los padres que no saben italiano. El simbólico gesto de ruptura de los obispos polacos

por Sandro Magister


ROMA, 10 de octubre de 2015 – No es un misterio la existencia de una difundida insatisfacción entre los padres sinodales por cómo se han establecido los procedimientos del sínodo. Efectivamente, algunos de ellos han protestado de inmediato, en la primera de las congregaciones generales que, como las otras, se ha llevado a cabo a puertas cerradas.

El Concilio Vaticano II ya había demostrado cómo el control de los procedimiento es un factor decisivo para gobernar y dirigir una asamblea.

Para acallar la propuesta, la mañana del segundo día del sínodo ha intervenido el Papa Francisco en persona, que ha reivindicado como suya la decisión tomada sobre los procedimientos adoptados y ha pedido a los padres "no ceder a la hermenéutica de la conspiración, que es sociológicamente débil y espiritualmente no ayuda".

Ha sido sin embargo necesario un tweet de un jesuita miembro del sínodo, el padre Antonio Spadaro, director de "La Civiltà Cattolica", para tener conocimiento de estas palabras concretas de Francisco, que el padre Federico Lombardi, portavoz autorizado, también él jesuita, no había citado cuando resumió a la prensa la intervención papal.

Apremiado el día siguiente por los periodistas, el padre Lombardi ha dicho que no había referido esas palabras -y que tampoco quería desmentir-, porque "sigo criterios precisos en la comunicación; por lo tanto, no tengo que decir todo lo que cualquiera puede pensar que se debe decir".

Con ello el director de la sala de prensa vaticana ha admitido cándidamente que para él valen también -como para los otros portavoces oficiales del sínodo- una precisas reglas de alistamiento, a las que se debe atener.

Es un episodio revelador de la remodelación sufrida por la maquinaria del sínodo por voluntad de Jorge Mario Bergoglio desde que es Papa.

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Con los Papas precedentes los sínodos también se llevaban a cabo a puerta cerrada. Sin embargo, cada día se proporcionaba a los periodistas el listado de los padres sinodales que habían intervenido en el aula con las síntesis de las respectivas intervenciones escritas por los propios autores, que también "L'Osservatore Romano" publicaba a diario.

Además, para los periodistas acreditados, divididos en grupos lingüísticos, había cada día un briefing con los portavoces autorizados, los cuales proporcionaban otros detalles sobre la marcha de la discusión.

No ha habido nada de todo esto en los dos sínodos convocados por el Papa Francisco.  A los periodistas se les proporcionan sólo los nombres de los padres que han intervenido, más un somero listado de los argumentos tratados, pero sin especificar nunca quién ha dicho el qué.

Es decir, un material inservible para quien quiera reconstruir el desarrollo real del sínodo. Pero esta vez es voluntad de Francisco, como él mismo ha dicho más de una vez.

Los padres sinodales no están obligados a respetar estos vínculos. Cada uno, si quiere, puede hacer pública su propia intervención. O dejarse entrevistar. O contar a quien lo desee lo que sucede en el aula. Pero es evidente que esta desordenada liberalidad es algo muy distinto respecto a proporcionar diariamente a los periodistas una  documentación completa e imparcial.

En ausencia de una información adecuada y sistemática por parte de la Santa Sede, un grupo de padres sinodales ha tomado la decisión de hacer ellos, de manera espontánea, lo que la organización del sinodo se niega a hacer.

El jueves 8 de octubre, en la página web de la conferencia episcopal polaca, ha aparecido en francés el resumen preciso de las 42 intervenciones en el aula del primer día del sínodo:

> Interventions des Peres Synodaux. Deuxième Assemblée Générale

De este modo se ha sabido, por ejemplo, que el obispo belga Johan Jozef Bonny ha invocado que "se aprecien los elementos positivos de las uniones civiles" y que "se deje espacio de maniobra a los obispos locales".

Que el recién nombrado cardenal panameño José Luis Lacunza Maestrojuán le ha pedido a Pedro, es decir, al Papa, "ser igual de misericordioso que Moisés" que concedía el divorcio a los "duros de corazón".

Pero que el arzobispo bielorusso Tadeusz Kondrusiewicz ha objetado diciendo que "dar el sacramento a los divorciados que se han vuelto a casar es aceptar el divorcio" y que en todo caso no era ese el momento de hablar de ello,  sino en la tercera semana del sínodo, como establecía la agenda de los trabajos.

Se ha sabido que el cardenal alemán Reinhard Marx ha dicho que estaba negativamente "asombrado por la relación introductiva del cardenal Péter Erdõ".

Mientras que al contrario el cardenal venezolano Jorge Liberato Urosa Savino ha "dado las gracias a Erdõ por el bello texto de la relación".

El arzobispo canadiense Paul André Durocher ha criticado profundamente la primera parte  del "Instrumentum laboris" -el documento base de la discusión, confirmado de nuevo como tal por el Papa- porque es "puramente sociológica" y, por lo tanto, es necesario "completarla en una perspectiva de fe".

Y la misma crítica ha hecho el cardenal australiano George Pell, que después ha apuntado a los procedimientos impuestos al sínodo preguntando de manera polémica: "¿Por qué la comisión que redactará la relación final del sínodo está compuesta así?", bien sabiendo que había sido el Papa quien había elegido a los componentes de la comisión, con una aplastante prevalencia de los innovadores.

Ha sido sólo gracias a los obispos polacos, por lo tanto, por lo que se ha podido tener un cuadro más concreto de la tormentosa discusión que indujo al Papa Francisco a intervenir a la mañana siguiente.

Son cinco los cardenales y los obispos de Polonia en el sínodo y se mueven como un equipo compacto, de signo decididamente "conservador", como muestra la toma de posición colectiva publicada en seis idiomas antes del sínodo en la página web de la conferencia episcopal:

> Posición de los Obispos Polacos ante el Sínodo

Muchos se preguntaban ingenuamente si su iniciativa de publicar el resumen detallado de la primera jornada de los trabajos habría inducido a la secretaría del sínodo, y en definitiva al Papa, a asegurar una cobertura mediática más adecuada del acontecimiento.

Lo que ha sucedido, en realidad, es que los obispos polacos han cancelado esa página de su sitio web después de las protestas en el aula por parte del cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del sínodo.

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Con el Papa Francisco ha habido además otro gran cambio en la organización de los sínodos, que tiene que ver con la cobertura mediática más que con los trabajos en el aula.

Antes de Francisco los sínodos transformaban al Vaticano en una obra febril. Un escuadrón de varias decenas de traductores, muchos de ellos llamados a propósito de fuera de Italia, era puesto manos a la obra 24 horas al día para asegurar una instantánea versión en distintos idiomas de todos los textos sinodales, de todos ellos, desde la relación introductiva a las relaciones de los "circuli minores" a las propuestas finales, incluidas las síntesis escritas de cada intervención en el aula.

Hoy, de esta obra no queda absolutamente nada. La relación introductiva del cardenal Erdõ -aunque reconocida de capital importancia por defensores y adversarios- ha sido leída en italiano en el aula. Y así se ha quedado, a pesar de que muchos de los 270 padres sinodales no se encuentren cómodos con la lengua de Dante. Algunas horas después ha sido publicada en la red una traducción íntegra en inglés, obra de la Catholic News Agency de los Estados Unidos, no de las oficinas vaticanas:

> Full text of Cardinal Erdõ?'s introductory report

Muchos padres sinodales temen que sucederá lo mismo con los informes de los círculos lingüísticos menores, redactados cada uno en la lengua respectiva y destinados a permanecer así, sin ningún tipo de traducción.

Pero lo peor llegará con la relación final, que habrá que votar punto por punto en los convulsos momentos conclusivos del sínodo. "Si se lee y se somete a votación sólo en italiano, muchos corremos el riesgo de no estar seguros de lo que votaremos", se ha lamentado en rueda de prensa el arzobispo de Filadelfia Charles Chaput.

Ya sucedió esto en el sínodo de octubre de 2014. Por no hablar de las incorrecciones que tuvieron lugar detrás de las bambalinas en el pleno de los trabajos, cuando quien tenía el control de los procedimientos -la secretaría especial del sínodo en primer lugar- se aprovechó de esto para producir ese infausto documento que llevaba el título de "Relatio post disceptationem", después desenmascarado en público por el propio cardenal Erdõ y barrido en el aula por las discusiones sucesivas:



> La verdadera historia de este sínodo. Director, ejecutores, ayudantes(17.10.2014)

Una reconstrucción más detallada de esa y otras maniobras se pueden leer en este E-Book de Edward Pentin, publicado por Ignatius Press:

> The Rigging of a Vatican Synod?

"La hermenéutica de la conspiración" contra la que se ha pronunciado el Papa Francisco no está, desgraciadamente, sin asideros.


CHIESA
RD

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