Aunque la ONU condenó la violencia en Siria sin hacer referencia concretamente a los grupos armados, proliferan los disturbios en el país. Ni siquiera los sacerdotes que predican la paz o buscan mediar en el conflicto están a salvo. Mientras tanto, nuevos enfrentamientos se registraron este viernes en la ciudad de Homs.
Damasco se ha teñido de sangre. Por primera vez en los once meses del conflicto un clérigo fue asesinado en la capital siria por razones políticas. Se trata de Ahmed Sadek, un religioso islamista que no escondía su rechazo a la violencia de la oposición. En su funeral se oyeron voces de personas cercanas que aseguraban que fue su discurso del pasado viernes, en el que llamó a cesar la violencia, lo que le costó la vida.
Solo días después de haberlo pronunciado, cinco disparos de un grupo de encapuchados le arrebataron la vida. Su complicidad con el régimen y su apoyo a las nuevas reformas del gobierno le valieron numerosas amenazas.
Horas después de su muerte, a través de las redes sociales circularon supuestas reivindicaciones de sus asesinos. En un mensaje se leía “El traidor fue asesinado y su alma fue al infierno. Eso es lo que se merece".
Otros religiosos que acudieron al funeral e hicieron guardia ante el féretro de Ahmed Sadek, vieron su muerte como un mensaje entre líneas. “Es un mensaje dirigido a todos los líderes islámicos de parte de los insurgentes: hay que tener cuidado si quieren decir la verdad o frenar la violencia", aseguran.
La gente teme expresarse abiertamente y casi todos los asistentes al entierro del sacerdote tuvieron miedo de hablar frente a las cámaras de RT.
Mientras tanto, en el centro de Damasco miles de personas asistieron a otro funeral, que finalmente devino en otra manifestación antigubernamental. Fue una protesta que duró más de una hora, algo que era impensable meses atrás como también el asesinato de otro clérigo, Ahmed Shabal.
“Había una manifestación dentro de la mezquita y sólo estaban protestando. Las fuerzas de seguridad estaban afuera. La persona que ahora está muerta intentaba mediar y ahí mismo le dispararon", relató una mujer que prefirió no identificarse.
Cientos de hombres gritaban consignas casi todas religiosas, pero curiosamente sólo las mujeres aceptaron hablar con RT.
"Cuando las manifestaciones son pacíficas le pedimos al gobierno que nos deje expresarnos, pero no podemos, tenemos miedo de que le pase algo a nuestra gente", dice otra manifestante.
Para algunos los recientes asesinatos en Damasco simbolizan lo que ocurre en todo el país.
"Lo que ha pasado refleja la realidad siria. Dos funerales diferentes por distintos motivos. Ahmed Sadek fue asesinado por un grupo de la oposición y Shabal desgraciadamente por la represión del gobierno", dijo el parlamentario sirio Mohamed Habash.
El número de víctimas en Homs o en Idlib muestran la crueldad de este conflicto. En Damasco ha quedado claro que ya ni los lugares sagrados, tan respetados por muchos, ni sus ministros, pueden esquivar la muerte.
Artículo completo en:http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_36341.html
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